Batman V Superman: un cóctel de aciertos y errores
La película de Zack Snyder tiene un brillante protagonista... y aspectos a mejorar
Empezaré diciendo que soy MUY fan de Batman, admirador del trabajo de Zack Snyder (hasta el punto de tener Sucker Punch en mi estantería) y que disfruté mucho de Man of Steel, por lo que era uno de los espectadores más interesados en que este encontronazo entre Batman y Superman funcionara con vistas a un inicio con buen pie del universo cinematográfico de DC.
Empecemos dejando algo muy claro: Ben Affleck es el mejor Batman/Bruce Wayne que he visto en mi vida. Cada escena de esta película centrada en su personaje suma puntos para la evaluación. Es el Batman de Dark Knight Returns que todos queríamos, un vigilante cansado que ha perdido cualquier código moral que tuviera en sus inicios. El espectador le entiende, sufre con él; solo enseñar la armadura de Robin (supuestamente asesinado por El Joker, aunque no es oficial) nos ayuda a comprender por qué ha cruzado la línea que le obligaba a perdonar las vidas de los criminales. Es crudo, muy duro y no tiene piedad; como Bruce Wayne consigue crear empatía y, por ende, comprender y justificar cualquier acción que acometa como Batman.
Henry Cavill está 'ok', de nuevo, como Superman. Su personaje no crece, no hay evolución; de hecho esta peli acaba pareciendo 'un filme de Batman' cuando en un principio parecía ser una secuela espiritual de Man of Steel. Por esa razón y por la necesidad de introducir al resto de la liga de la justicia "a cualquier precio", Superman no tiene hueco para evolucionar y su compañera sentimental, Loise Lane, se pelea por encontrar un hueco justificado en las dos horas y media de metraje.
Y ese es el principal problema de Batman V Superman; quiere contar demasiadas historias y acaba perdiendo su propio hilo en busca de servir como justificante para la peli de La Liga de la Justicia. Está ocurriendo demasiado últimamente, la búsqueda del negocio por encima del bien de la propia película. DC y Warner buscan crear un universo cinematográfico equiparable al de Marvel en tan solo dos horas y media y eso no es tarea fácil.
El potencial era increíble y habría funcionado genial como película de haber prestado toda su atención a la evolución de Superman y a la introducción de ese nuevo Batman. Superman se cargó demasiadas cosas en Man of Steel y eso crea inseguridad entre los humanos 'de a pie', razón más que suficiente para que el mundo se pregunte si necesita un Superman y razón más que suficiente para que Batman decida tomar medidas al respecto. Punto.
No existía la necesidad de introducir a Wonder Woman (que lo hace bien, pero entra con calzador y se nota muchísimo) y no hay necesidad de introducir a Doomsday como creación de Lex Luthor; su papel quedaba más que justificado como la figura que malmete entre ambos héroes para sembrar la discordia y desatar la confrontación. Un Jesse Heissenberg, por cierto, en ocasiones acertado y con un discurso muy cuidado pero que pierde los papeles con facilidad buscando una interpretación delirante e histriónica cuyo personaje no pide.
A la poca necesidad de completar 'la Trinidad' con Wonder Woman y a la creación de un villano contra el que unir fuerzas, se suma lo gratuito de presentar al resto de componentes de la Liga de la Justicia y de hacerlo de la forma más vaga posible. No vamos a desvelar cómo, pero es el recurso más barato que un guionista (que se habrá embolsado millones de dólares) podría encontrar.
Zack Snyder, por su parte, sigue creando potentes imágenes, filmando estupendas coreografías y narrando con efectividad cualquier secuencia de acción que se precie; pero la peli se le escapa de las manos conforme se incorpora la información innecesaria.
Como decíamos, Loise Lane se pelea por aparecer con escenas e intervenciones que podrían simplemente no estar para que la película funcionara del mismo modo.
Nos encontramos de repente con Wonder Woman, de cuyo pasado nada se dice pero cuya presencia es necesaria para una confrontación final que apresura el conflicto entre Batman y Superman, para añadir una mucho mayor y totalmente fuera de lugar. Sin más.
Y Bruce Wayne tiene sueños (al parecer) premonitorios, que el guión nunca explica y que nos hacen dejar la sala preguntándonos "¿Qué era eso?"
Al final, el espectador tiene la sensación de que falta metraje en la edición. Las secuencias parecen no tener conexión y cuando la conexión existe a veces no existe una justificación suficiente para haber seguido adelante. Y diremos, además, que tampoco ayuda que el tráiler cuente exactamente TODO lo que ocurre en la película. Podrían haber dejado algo para que el espectador lo descubriera en la sala.
Conclusión:
Me gusta mucho el nuevo Batman, quiero ver más de él, que me vuelvan a hablar de su pasado si es necesario y que tenga una larga andadura en el nuevo universo cinematográfico de DC. Quiero que Superman evolucione por su parte, que reciba nuevas amenazas y que cuide de Metrópolis, y que dejen que Henry Cavill aporte más al personaje. Lex Luthor debe tranquilizarse, quedarse con el lado 'napoleónico' de su interpretación y despedirse de cualquier toque propio de 'El Joker' que haya incorporado al papel.
El virtuosiosismo de Zack Snyder, la historia original que tuvo que haber sido todo el guion y las interpretaciones de sus personajes consiguen que Batman V Superman brille aunque, lamentablemente, se pierda intentando contar demasiadas historias. No obstante, todo fan de alguno de sus personajes debe ir al cine a encontrar su propia crítica y, muy posiblemente, pese a todos sus fallos, descubrirá que el cuerpo pide un segundo visionado porque parte del increíble potencial que tenía queda presente en muchos de sus fotogramas.