Frases de madre que todos hemos escuchado
Este 1 de mayo se celebra el Día de la Madre y hemos querido homenajearlas con algunos de sus comentarios más emblemáticos
Jennifer Lopez junto a su hija Emme Maribel. / Getty
No hay nadie como una madre; esa persona que se entrega por amor, que nos quiere incondicionalmente y que tanto se sacrifica por nuestro bienestar.
Y aunque no hayamos estado siempre de acuerdo con ella, sobre todo si éramos gamberretes de pequeños, siempre recordaremos esas frases míticas de cualquier madre, que en su momento nos fastidiaban y que con el tiempo se han vuelto adorables.
Gracias mamá, porque sin tu sabiduría no seríamos los mismos ❤️
LOS40
LOS40
1. Mamá, me pica la herida. - Eso es porque te está curando. La enfermera sabía que se esconde en cada madre.
2. Mamá, dame dinero. -¿Otra vez?, ¿te crees que soy el Banco de España? Es que éramos tan pidones...
3. No tardes y me traes las vueltas. Cuando hacíamos de chicos de los recados y solo pedíamos a cambio unas chuches.
4. Mamá, ¿qué hay de comer? - Comida. Genial respuesta para engañarnos cuando había acelgas de primero. Tu madre era Chicote antes de que existiera Chicote.
5. Mamá, no quiero más - La comida no se desperdicia, que en África los niños se mueren de hambre. Más razón que una Santa.
6. Tómate el zumo que se le van las vitaminas. Sabiduría popular.
7. Mamá, me han castigado en el colegio. - Algo habrás hecho. Por supuesto, la culpa siempre la tenías tú (y lo sabes).
8. No puedes bañarte hasta que no hagas la digestión. Y siempre protestábamos: ¡Si hombre, dos horas después!
9. Y ¿por qué mis amigos hacen esto o aquello y yo no puedo? - Pues porque no. ¿Si tus amigos se tiran por un puente tú vas detrás? Esta pregunta nos cerraba el pico para toda la tarde.
10. Mientras vivas en esta casa se hará lo que yo diga. Siempre ha sido la jefa.
11. Recoge tu cuarto que yo no soy criada de nadie.
- A mamá no se le engaña. Y te lo decía porque sabía que le ocultabas lo más grande. Tus dotes para la interpretación nunca funcionaron con ella.
- No veas la tele tan cerca que te vas a quedar ciego.
- Como te caigas, cobras. Y siempre terminabas en el suelo y con herida. Ella te avisó.
- Abrígate que luego te duele la garganta.
- Un día me vas a matar del disgusto. Cuando no parabas de darle tabardillos a tu madre.
