La 'erizo-cafetería' abre en Tokio

¿Dónde si no? ¡Apartad, gatos, perros y demás mascotas convencionales!

Un erizo / Getty

Hasta hace pocos meses las cafeterías en las que gatos, perros, búhos o serpientes vivían prácticamente libres para goce y disfrute de sus dueños eran una de esas excentricidades orientales que tanto gustan en occidente. Tokio era el laboratorio de esas ideas, llegas, te sientas, te tomas un café y acaricias un gato. Reflejo de la soledad de las megápolis japonesas ahora la capital da otra vuelta de tuerca e introduce a los erizos en sus cafés con animales que hacen mucha compañía y resultan casi terapéuticos.

Y es que en un momento en que Madrid o Barcelona ya han tenido sus cafés con gatos (con poco éxito, todo hay que decirlo), era necesaria otra vuelta de tuerca que permitiera a Tokio seguir manteniéndose en la vanguardia de los establecimientos temáticos. Desde hace algunos años los erizos se han convertido en la mascota preferida por los más hípsters así que era cuestión de tiempo que la idea llegara a cuajar.

Y no, claro que no pinchan (si los tocas con cuidado), que no son puercoespines. Son adorables y pequeños erizos con comportamientos que hasta el momento resultan bastante desconocidos para la mayoría de seres humanos. Los erizos son omnívoros y mayoritariamente nocturnos. El contacto con los humanos resulta relativamente reciente así que tampoco esperes el ronroneo de los gatos si acaricias a uno.

Bajo el nombre de Harry, un juego de palabras con la palabra erizo en japonés y el nombre anglosajón, se agrupan en Tokio veinte de estas adorables criaturas para que los clientes les den sus mimos. Por un precio de unos 8 euros el visitante puede pasar media hora con el erizo de su elección e incluso darle unas lombrices de merienda.

Aunque aquí nos parezca algo raro lo cierto es que los erizos han formado parte de las mascotas tokiotas desde tiempos inmemoriales. Son pequeñas, bastante independientes y comen poco. Y eso, amigos, cuando uno vive en una ciudad de 20 millones de habitantes en un microapartamento y trabaja en turnos de 12 horas resulta muy importante. Ahora el amor de los nipones por estos bichejos ha llegado hasta los negocios de restauración.

El café Harry lleva en Tokio abierto desde febrero y parece que está siendo todo un éxito en cuanto a la afluencia de público. Ah y si te enamoras de tu erizo, cosa bastante probable, te lo puedes llevar a casa pues también funcionan como tienda de mascotas.