Nick Jonas y Emily Ratajkowski, de risas en un spa
Y lo mejor de todo, hay fotos para que podamos verles juntos
Nick Jonas y Emily Ratajkowki, una pareja con mucha química.
El verano está a la vuelta de la esquina y muchos soñamos ya con piscinas, bañadores, crema solar y diversión, mucha diversión. De todo eso hay, y mucho, en la última sesión de fotos de la revista Glamour que ha reunido a Nick Jonas y Emily Ratajkowski y que será protagonista de su número de junio.
En las fotografías les podemos ver jugueteando con mucha complicidad, está claro que no lo estaban pasando nada mal. Nick la sube a sus hombros para jugar al ping pong, Emily se deja echar crema por él en la pierna y entre juego y juego no dejan de sonreir.
Vale, no podíamos esperar otra cosa de una sesión profesional que trata de transmitir la idea hedonista de las vacaciones, pero, más allá de eso, se nota que hubo química entre ellos. Tanta que no dudaron en echarle sentido del humor a la jornada y cambiarse los roles.
LOS40
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Emily adoptó el papel de Nick para contestar a una de las preguntas que más suelen hacerle a él. “¿Cuál es la parte más rara del cuerpo en la que has tenido que autografiar a alguien?”. La modelo, muy metida en su papel, contestó: “creo que una vez después de un concierto, una chica me pidió que le firmara en la parte interna del muslo y resultó muy raro”. A lo que Nick, ya en su piel, apostilló: “la parte interna del muslo es altamente firmable”.
Pero que nadie se lleve a engaños que lo suyo no es más que un encuentro profesional, entre ellos no hay ningún tipo de relación sentimental. Nick aseguró a la revista que sigue soltero, “solo estoy tratando de salir y divertirme y conocer gente genial”.
Y ya que estaban le preguntaron por su vídeo Close en el que presume de cuerpazo, “tuve que ir mucho al gimnasio y no recuerdo bien pero creo que tuve un bronceado artificial…seamos honestos, todos somos más lindos bronceados”.
Emily, por su parte, habló de su chico, Jeff Magid, con el que lleva un año de relación. Aseguró que en más de una ocasión le ha arrastrado a spas coreanos, “lo cual es muy gracioso porque él entra en un área separada con otros hombres desnudos. Luego salimos juntos, nos sentimos genial e intercambiamos historias”.
