Joey, de Friends, no es tan buena persona en la vida real (o eso dice su padre)

¿Quién no recuerda a Joey Tribbiani de Friends? Era aquel mujeriego aspirante a actor, completamente entrañable y tontorrón, que tenía un corazón de oro y demostraba ser un buen amigo de sus amigos. Le daba vida Matt Leblanc que sigue acarreando el peso que deja un personaje tan emblemático como él.

Aunque muchos siguen viendo a Joey cuando tienen a Leblanc delante, el actor tiene ahora otros proyectos que le tienen muy ocupado. Está a punto de estrenar nueva serie, Man with a plan, en la que se encarna en un albañil que se tiene que quedar en casa cuidando a sus hijos cuando su mujer decide volver a trabajar. Por otro lado, y junto a Chris Evans, está al frente de Top Gear, el programa automovilístico de la BBC.

Si en lo profesional no tiene quejas, en las relaciones personales parece que cojea. El año se separó de Andrea Anders, su novia durante 8 años a la que conoció en el spin off de Friends. Tampoco parece que la relación con su padre esté atravesando su mejor momento.

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Padre e hijo han mantenido una relación intermitente pero parece que desde que en 2012 el actor decidiera retirarle a su padre el apoyo económico que le permitía tener una casa de 6 habitaciones en Colorado y un Porsche customizado, la cosa empeoró.

Ya el año pasado Paul (que así se llama el padre) la lio contando a una revista que su hijo había tenido una relación con Jennifer Aniston mientras trabajaban juntos y ella estaba casada con Brad Pitt. La actriz no tardó en negarlo rotundamente.

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Ahora, el señor Leblanc vuelve a la carga para dejar en mal lugar a su hijo. “No es como su personaje de Joey Tribbiani a quien todo el mundo adora”, ha dicho en The Sun como recoger varios medios, “sigue siendo mi hijo pero me duelo mucho el tipo de persona en el que se ha convertido. Una persona dura, poco afectiva, distante…”.

No cierra las puertas a retomar la relación con su hijo pero con sus declaraciones lo va a tener muy complicado. “Estaría dispuesto a reconciliarnos, pero nunca podría olvidar lo que me ha hecho”, asegura, “cada noche me tumbo en la cama y repaso mentalmente sus afrentas. No es bueno para mi salud. En una ocasión le regalé un Rolex muy bonito con la inscripción: ‘El amor de un padre es eterno’. Me llamó un año después de que se lo diera, cuando por fin leyó lo que ponía. Para él solo era una pieza más en su colección de relojes. Pero me gustaría arreglar las cosas con Matt. No nos hemos hablado o visto en cuatro años”, añade.

Con quién sí parece seguir manteniendo buena relación es con sus ex compañeros de serie, por lo menos con Matthew Perry con el que coincidió a principio de mes en Londres cuando fue a ver la obra con la que Chandler ha debutado como guionista. Su foto juntos ya dio mil vueltas por redes hace unas semanas.