Paul McCartney, un gran viaje emocional en directo

LOS40 celebramos con un concierto histórico nuestros 50 años de éxitos

Un espectáculo único que cautivó a público de todas las edades

Paul McCartney, durante su concierto en Madrid. / Getty

Era la gran cita con la música en nuestro país, el primer concierto de Paul McCartney en España en doce años y ha sido posible gracias a LOS40 y El PAÍS, que este 2016 han querido celebrar sus respectivos aniversarios con un acontecimiento musical histórico. Y es que el artista británico sigue siendo un referente musical para, al menos, tres generaciones distintas, alguien que ha inspirado casi todas las canciones que hoy nos gustan.

Todo comenzó horas antes del show con la prueba de sonido, un espectáculo en sí mismo que solo algunos afortunados con golden ticket pudieron presenciar. A las seis abrían puertas y el Estadio Vicente Calderón empezaba a prepararse para la nostalgia, para acoger a cerca de 50.000 fieles al genio británico.

El artista de Liverpool se subía al escenario pasadas las nueve y media de la tarde para hacernos vibrar de lo lindo con lo mejor de su repertorio en su nueva gira, One On One. McCartney, de azul eléctrico, comenzaba con los acordes de A Hard Day's Night y enloquecíamos literalmente. Continuó rockero con Save Us y aún teníamos por delante tres horazas de música en directo, un montón de canciones inolvidables con las que llegó, emocionó y venció.

Decidido a meterse al público en el bolsillo, Macca se lanzó con un: "Buenas noches Madrid, buenas noches España, ¡qué pasa troncos!". Él no lo sabía pero ya nos tenía prendados. Fascina del artista británico su capacidad de conectar con el público a pesar del formato Estadio. Con un arrojo y una energía que ya quisiéramos algunos con 30 años y a punto de cumplir los 74, el titán del pop sacaba toda la munición para desgranar uno a uno los éxitos de su trayectoria y demostrar que sus directos son un gran viaje de emociones. 

Te recomendamos

Nos curtimos en el músculo 'Beatle' con temas como Can't buy my love, I've got a feeling, Love me do, And I love Her (twerk incluido), Eleanor Rigby, Hey Jude o el tremendo ritmo de Lady Madonna al piano: clásicos que siempre funcionan, aunque también fueron emotivos los momentos de homenaje a sus ex compañeros de banda y de vida: My Valentine estaba dedicada a Linda, Here Today era para John Lennon y Something, claramente, para George.

Nos rendimos a hits de los Wings tanto como de su carrera en solitario y a otros más recientes como FourFiveSeconds, ese gran éxito de McCartney junto a Rihanna y Kanye West. Y, sin embargo, Paul también sucumbió a los encantos del público, acompañando con su piano la melodía de Give peace a chance, la emblematica canción que compuso su amigo Lennon y que un grupo de gente había empezado ya a tararear.

Y así fue como doce años después volvimos a escuchar otro de los himnos de toda una generación: Let it be. Fue el tema más coreado de la noche y una canción con la que siempre disfrutamos pero con la que además recordarnos que Paul es lo más cercano a los Beatles que algunos de sus fans veremos jamás.

Para muchos será para siempre una noche inolvidable, pero para algunos este concierto todavía será más especial si cabe. Sobre el escenario que Paul McCartney dominó toda la noche pudimos vivir un momento romántico con proposición de matrimonio incluida de una joven pareja que se dieron en directo el sí quiero.

Los acordes de The End anunciaban el final, pero qué final. Nos quedamos con su tremenda energía y con cómo consiguió emocionar de la manera más honesta posible: volcándose en el escenario, acariciando su guitarra, su teclado y dando lo mejor de sí, de los Wings y de los Beatles, siendo capaz de concentrar en 3 horas de show la historia de la música, que es también la historia de LOS40.

GRACIAS MACCA, PORQUE JUNTOS HEMOS HECHO HISTORIA