Dos actrices se posicionan en contra de la perfección tras el parto

Que no, que nadie se queda delgadísima ni con abdominales después de parir

Blake Lively y Anne Hathaway se han unido en una causa muy especial prácticamente sin avisar y sin que nos dé tiempo a digerirlo. Las dos actrices se han opuesto de manera radical a la presión que sufren las mujeres tras dar a luz para volver a lucir perfectas en cuestión de días. Una a través de Instagram (Hathaway) y la otra en una entrevista que ha concedido.

Anne Hathaway ha hablado de su subida de peso, algo completamente normal, tras dar a luz a su primer hijo. Lively, por su parte, comparte fotografías de todo lo que come cuando le apetece y como le apetece en sus redes sociales. Está embarazada y se niega a renunciar a los caprichos que le apetecen en cada momento.

Si Kim Kardashian aparecía esta semana con 40 kilos menos tas haber dado a luz a su segundo hijo, Saint West, hace apenas unos meses, dos de las estrellas más rutilantes de Hollywood se niegan a que eso sea lo que la gente tenga que considerar aceptable. Las mujeres engordan durante el embarazo, los cuerpos cambian y ambas cosas son perfectamente normales.

Hathaway y Lively son plenamente conscientes de que la recuperación tras la maternidad es algo que lleva tiempo y también que nadie sale del paritorio con el cuerpo de un ángel de Victoria's Secret (Como bien recuerda la protagonista de Gossip Girl en sus declaraciones), al menos de manera natural. Por ello se han alzado como las voces de las madres que sienten esa enorme presión social por estar delgadísimas a cualquier precio. Y no, la naturaleza nunca funcionó así y nadie le va a decir lo contrario.