Análisis: Deus Ex Mankind Divided
Una de las mejores compras que harás en 2016
Ya os hablamos con ganas del nuevo Deus Ex después de anclar nuestros traseros a la silla durante más de 6 horas en el evento preview al que nos invitó Koch Media. Esta vez, hemos tenido la oportunidad de disfrutarlo bajo el chorro direccional del aire acondicionado de nuestro hogar, exprimiendo las últimas horas de un Agosto que poca salvación habría tenido de no haber llegado Adam Jenssen a nuestras vidas.
Makind Divided es un juego "casi" de diez. Le impide alcanzar esa nota una historia que no termina de cuajar y que parece más el argumento de un episodio de serie de televisión que una peli completa de las buenas. Es una lástima, pero el juego gira en torno a un atentado que ocurre en el primer acto de la historia y no parece querer hacerse más grande narrativamente.
Dejando a un lado esa pequeña carencia argumental, Mankind Divided clava todo aquello que intenta.
A pesar de no ser un juego de mundo abierto, pone ante nosotros una "revisión techno" de la ciudad de Praga que, no sólo brilla por ser una delicia visual sin precedentes, también consigue hacer que las horas vuelen cuando nos perdemos por sus calles con diferentes alturas y los cientos de secretos que esconden. Luego llegan los "aumentos" propios del personaje, viejos conocidos de los que servirnos en batalla en infiltración y otros nuevos que revolucionarán la forma en la que juguemos, tales como el hackeo a distancia o el "Icarus Dash" que nos permite casi "teleportarnos" en distancias cortas y que, combinados, abren un mundo de posibilidades que ni imaginábamos; tanto explorando como en combate.
Todo esto se suma a un excelente exoesqueleto de RPG que nos permite crecer en la dirección que queramos, que la historia se mueva al ritmo que nosotros elijamos y que el juego funcione de la forma en la que vosotros queráis que lo haga. Yo, por ejemplo, evito el conflicto; me valgo siempre de la cobertura y busco rutas alternativas para llegar a cualquier sitio que me aseguren, al menos, una batalla limpia a mi favor. Pero los "aumentos" del personaje pueden gestionarse para convertir a Jensen en un hombre de hierro, armado hasta los dientes y con habilidades especialmente diseñadas para triunfar en la confrontación directa (que no es algo fácil en este juego, todo sea dicho...).
La campaña de Deus Ex son 20/30 de las mejores horas que tendrás este 2016 y lo mejor de todo es que siempre tendrás la sensación de que has dejado mucho por hacer en el camino o de que te habría gustado gestionarlo de otra forma y, tarde o temprano, acabarás volviendo a las calles de Praga; desde el principio.
Técnicamente, una joya. Hay lugares que pueden pasar más desapercibidos (por discretos, no por mal hechos) que otros, pero el arranque en la misión de Dubai o descubrimientos in-game como el apartamento de Jensen, las calles de Praga o la ciudad de Golem (por ejemplo), hacen que nos demos cuenta de la verdadera proeza técnica que tenemos entre manos.
No hay que hablar más de este juego. Hay que comprarlo. Es un juego completísimo y pulido hasta la saciedad. Si tuviera una historia reveladora le estarían golpeando los dieces por todas partes; por lo demás, está muy, muy cerca de ser una experiencia perfecta.