Vuelve Dead Rising

Tenemos claro ya que, de poco tiempo atrás y en adelante, los videojuegos cabalgarán por las generaciones gracias a los rápidos reacondicionamientos que pueden poner las compañías desarrolladoras. Esto quiere decir que los mejores videojuegos de una generación no morirán con ella: generaciones de consolas posteriores recuperarán esos títulos, les pegarán un lavado de cara y relanzarán el juego para cosechar un éxito similar. Público no falta, los que jugaron quieren volver a hacerlo en mejores condiciones y los que llegan de nuevas tienen esa segunda oportunidad de jugar algo 'de actualidad'.

Siguiendo la estela de Heavy Rain y Resident Evil, llega Dead Rising, la franquicia de zombies de Capcom que cautivó a crítica y público con dos excelentes entregas en PS3 y Xbox 360.

Lo importante aquí son dos cosas: la primera es que el juego pueda volver a sacar pecho tras tantos años; la segunda, es que no suponga un gasto demasiado sustancial para la compañía, para que todo sea 'profit'.

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Pues bien, parece que Dead Rising cumple. El trabajo de adaptación ha sido fácil. Resident Evil HD, por ejemplo, tuvo mucho más curro debido a los escenarios prereenderizados a otra resolución y aspect:ratio, pero Dead Rising es todo 3D y estaba listo para que se potenciarán sus texturas y se dedicaran el resto de recursos a que la imagen se mostrara en 1080p de forma nativa y a 60 frames por segundo con poca (o ninguna) pérdida. El resultado, pese a no ser del todo contemporáneo, es más que jugable. Puede que notéis los escenarios algo vacíos para los tiempos que corren, pero recordemos que esto no es un remake: es un HD remaster básico y funciona de maravilla.

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Los compañeros británicos de Digital Foundry hacen un análisis comparativo excelente entre ambas versiones de Dead Rising, para que os hagáis una idea de cual ha sido la evolución.

De los juegos, ¿qué vamos a decir que no sepáis? La odisea de Frank West en el centro comercial fue revolucionaria. Un solo superviviente (o casi único) con una cámara de fotos en un centro comercial plagado de muertos vivientes. Solo hay dos cosas que pueda hacer:  matar zombies y hacer fotos, en el orden que vosotros queráis. A vuestra disposición queda cualquier herramienta que veáis al alcance en el escenario y que pueda servir para golpear, cortar, quemar, etc. zombies. La segunda entrega sólo buscó elevar la apuesta que había creado la primera. Chuck Greene era el sustito de Frank para esta segunda entrega; motorista en lugar de fotógrafo y a sus pies un escenario mayor (también complejo comercial) y, eso sí, más variedad en los zombies y una ristra de objetos para confeccionar nuestro armamento casi interminable.

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También tenemos un 'off the record' en la ecuación, la versión reimaginada de Dead Rising 2 en la que Frank West reemplaza a Chuck Greene como protagonista. Algo que algunos entenderán como anécdota y otros verán como el Dead Rising 2 definitivo.

Lo que nadie puede negar aquí es que las dos primeras entregas de Dead Rising son juegazos y que Capcom acaba de lanzar la versión definitiva de ambos para PS4 y Xbox One. Los juegos mantienen el tipo en todos los aspectos: se juegan bien, entretienen de principio a fin y ahora, además, aprovechan la capacidad de vuestras máquinas para llevar los frames a 60 y ofrecer una calidad de imagen cristalina.