Espectacular el concierto de Fangoria en Zaragoza con LOS40
95.000 personas disfrutaron de un show único en las fiestas del Pilar
Primer día de fiestas. Primer evento tras la lectura del pregón y primer lleno absoluto. Organizado por LOS40 Zaragoza y el Ayuntamiento de Zaragoza, 95.000 personas acudieron a la cita con Fangoria y Sara Serena.
Tras la presentación de nuestro compañero Tony Aguilar, comenzó Sara, una jovencísima zaragozana que con apenas 18 años ya ha podido demostrar su potencial vocal en concursos como La Voz Kids o Aim2Fame. Un talento que no ha pasado desapercibido. El productor Walter Afanasieff (Celine Dion y Mariah Carey) ha dicho de ella que “aparte de Celine Dion, Sara es la única cantante que me ha hecho llorar”. Sara Serena salió al escenario con cuatro músicos y numerosos bailarines, y nos contagió a todos la emoción de presentar sus canciones en directo.
Y tras ella, llegó Fangoria y la plaza se convirtió en un torrente de energía. No solo repasaron su último disco, Canciones para robots románticos. El grupo formado por Alaska y Nacho Canut, también dejó espacio para recordar los grandes éxitos de Alaska con otras formaciones como los Pegamoides o Dinarama. Así, sonaron Bailando, Quiero ser santa o Cómo pudiste hacerme esto a mí, entre otras canciones coreadas por todo el público.
Noemí Schwarzbox / Carmen Sanchez
Cambios de vestuario, una imagen arrolladora y un repertorio que demuestra la amplia y variada trayectoria de Fangoria y lo bien que han sabido llegar a las nuevas generaciones manteniendo a la vez a los que les siguen desde los primeros discos.
El momento más aplaudido de la noche fue cuando comenzó la versión de Mi gran noche de Raphael, y como artista invitado apareció Mario Vaquerizo, marido de Alaska, junto a JuanPe, otro de los miembros de Nancys Rubias. Cantaron a dúo, bailaron, se abrazaron y se llevaron miles y miles de aplausos entusiasmados.
Zaragoza acogió a Fangoria con los brazos abiertos y ellos devolvieron el cariño con creces a través de un concierto espectacular, que tanto ellos como nosotros, tardaremos en olvidar.