Especial
El pop de Lady Gaga ha muerto
Analizamos canción a canción su nuevo disco, Joanne
Las expectativas eras altas, demasiado altas. Los Little Monster no podían esperar más y llegó Perfect Illusion, el single que se ha encargado de abrir la nueva era de Lady Gaga. Art Pop fue su despedida (¿quizá definitiva?) a su estilo más extravagante, popero y dedicado a la performance y al espectáculo. Analizamos canción a canción Joanne, el quinto álbum de estudio de Lady Gaga.
Es la canción que abre el disco, un álbum de unos cuarenta minutos compuesto por 11 canciones. Es el preámbulo a lo que va a ser el resto de la tracklist, con un estribillo pegadizo y desgarrador en el que Gaga nos define su nueva era: voz, experimentación y libertad. Cuando llega el final Diamond Heart es inevitable que no te repitas sus subidas quebradas. Además, detrás de este tema se esconde la gran ayuda del dios del rock de Josh Homme.
Here we go! Así comienza el que probablemente sea el segundo single de Joanne. Pegadiza, country y muy americana. Lady Gaga se presenta con un estilo más americano que nunca, con reminiscencia al western y con un A-YO que inevitablemente te hace sonreír. Hace lo que quiere con su voz y experimenta con sonidos desconocidos hasta ahora en su estilo. En este canción se calza las botas y confirma que Joanne es lo más diferente que ha hecho hasta ahora.
La nostalgia se apodera en el tercer tema del disco, Joanne. Da nombre al álbum y, claramente, habla de su tía fallecida. Compuesta por la misma Lady Gaga, o mejor dicho, Stefani Joanne Angelina Germanotta, este track es uno de los que más te atrapa con las escuchas. Inevitable no repetirse ese Where do you think you're going?, inevitable no admirar esta canción lenta imprescindible en la nueva Gaga.
Apoteósica y magistral. Quizá sea una de los mejores temas del disco. Un beat lento que da paso a un estribillo demasiado bueno como para olvidarlo. En la primera escucha te atrapa y te lleva a una época pasada, interpretada por John Wayne, icono de la masculinindad más ruda, icono estadounidense. En esta canción, Lady Gaga prueba con ecos pegadizos y coros metálicos. Un sí rotundo, John Wayne!
Probablemente sea la canción que menos se aleje de lo que fue Lady Gaga. Más popera, con más desgarro de fondo y con una letra mucho más Mother Monster. Dancin' In Circles es una canción que te susurra que Gaga sigue ahí, pero que ha hecho lo que le ha dado la gana. Eso sí, el ritmo de fondo te trae a la realidad actual: la Germanotta ya no es lo que era, pero da igual. El tema es fantástico, claramente con influencias directas de Beck, uno de los músicos más importantes del panorama indie.
Tema de presentación y quizá uno de los que más hubiesen pasado desapercibidos de no ser porque lo hemos escuchado hasta la saciedad. No hay seguidor de Gaga en el que este hit no retumbe en la cabeza, pero a pesar de tratarse de la canción más comercial, en el total de Joanne es un tema que se merece su posición: el sexto lugar. A pesar de ello, escogerlo como single ha sido lo adecuado, por el bien de los Little Monster.
Junto con Joanne, este tema es el más sentimental y nostálgico del álbum. Necesario en un disco lleno de ritmos fuertes y beats pegadizos. Este tema refuerza la Gaga actual, pero se acerca a lo que fue en canciones al piano como Dope. Siempre está bien recordar lo que te encumbró a lo más alto de la música y ella lo sabe. Million Reasons hará llorar a los Little Monster en los conciertos acústicos de la cantante... Y a ella también.
Este tema es la confirmación total de que Lady Gaga ha disfrutado, se ha divertido y está más que segura de la calidad de su nuevo trabajo. Sinner's Prayer posee una melodía sublime y una voz llena de giros interesantes. No será single, pero es un tema que ayuda a que Joanne se haya convertido en un disco alternativo. Y la subida de tono final es absolutamente good as, good as, good as, good as gold.
Sonido y letra decadente para un tema que te dice que a la nueva Lady Gaga hay que verla de forma diferente. La artista ya no es una showgirl, ahora es cantante de piano, guitarra, sombrero y micro de pie. Y este Come To Mama es para disfrutarlo como lo que es, para escucharlo y dejarse llevar. Lady Gaga lo ha hecho, ha sido libre y ha dado lugar a este tema.
Suena a bonus track de Florence and The Machine, pero no por eso deja de ser buena. Esta colaboración con Florence Welch era una de las más esperadas, y aunque no sorprende, no decepciona. Gana con las escuchas. Eso sí, ni rastro de las florituras vocales más altas y características de ambas. A pesar de ello, el tema en el conjunto del álbum es necesario. Por lo menos para descansar del resto.
Conclusión a un disco sorprendente que ningún Little Monster hubiese esperado hasta hace poco. Otra lenta, acústica, desgarradora y con un estribillo nostálgico. Una canción más dentro de un trabajo diferente. Angel Down es el colofón final en el que Gaga reafirma que su pop ha muerto. Siempre lo dijo: Enigma popstar is fun, she wear burqa for fashion.
Deluxe Edition
3 minutos de un tema que complementa al resto del disco. Grigio Girls es más de lo mismo tras escuchar el resto de tracks, si bien innova en los coros de fondo. Ritmo pausado, giros interesantes y letra ya conocida en el cómputo total de Joanne. Para ser un bonus track, Grigio Girls aprueba.
Más curiosa que la anterior. Recuerda a sencillos pasados, pero la melodía y los beats de fondo descubren la seguridad con la que vuelve Lady Gaga. El instrumental, a caballo entre lo metálico, lo electrónico y lo más acústico es la parte más interesante del tema. En Just Another Day, una balada glam, Gaga homenajea a David Bowie.
Intro a capela para dar paso a un mínimo acompañamiento musical. Lady Gaga asume este tema como un imprescindible de su Joanne, y hace que nos convenza. Giros maravillosos y culminación final a una edición deluxe que pasa desapercibida, pero que con esta versión de Angel Down hace que haya merecido la pena apostar por ella.
Lady Gaga is (not) over
Y para sorpresa de todos, Perfect Illusion es la canción más comercial de Joanne, un nuevo disco que dedica a su tía fallecida, que nace de la nostalgia y la tristeza, de la parte más íntima de una Lady Gaga que se abre a un nuevo público y que se ha empeñado en que la música es lo único importante.
En este nuevo disco se nota la influencia directa de grandes productores como RedOne, Mark Ronson, Kevin Parker o BloodPop. Si Cheek to Cheek supuso un giro radical, Joanne supone la confirmación de que el pop de Lady Gaga está muerto. Pero ella no, ella está más viva que nunca.
