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HearthStone: Heroes of Warcraft
Nos sumergimos en el competitivo mundo de los juegos de cartas
Hace ya algo más de 3 años que Blizzard vio que podía pescar en el competitivo mundo de los juegos de cartas, en el que había ya consagradas un buen número de franquicias, como Yu-Gi-Oh!, Pokemon o Magic The Gathering. Quizás esta última sea lo más parecido a HearthStone, la fuente de la que más bebe, pero eso no quita que el juego que nos ocupa tenga personalidad propia.
La vetusta compañía que nos trajo clásicos como Diablo, World of Warcraft o Starcraft decidió en 2013 lanzar un juego de cartas aprovechando el mundo que tenía ya creado, trasladando toda clase de héroes, tribus y hechizos existentes al tablero de combate. Para los novatos en la materia, juegos como HearthStone enfrentan a dos héroes, de entre los nueve para elegir (Paladín, Druida, Cazador, Sacerdote, Pícaro, Brujo, Mago, Chaman y Guerrero) cada uno con su set de cartas, que incluyen criaturas, hechizos, armas y secretos, más un buen puñado de cartas neutrales que pueden usar todos.
Para empezar a usar cada clase deberemos desbloquearla jugando contra el tabernero, y subiéndolas de nivel iremos consiguiendo las cartas básicas de cada clase. Luego dependerá de nuestra suerte abriendo sobres, o bien crearemos las cartas que queramos si disponemos de polvo arcano, el material usado para ello. Las cartas se dividen en varias categorías, desde comunes a épicas o legendarias, y cada una cuesta una cierta cantidad de polvos para crearlas.
El objetivo es claro, quitarle las 30 vidas al adversario antes de que lo hagan con nosotros, usando para ello nuestro mazo, consistente de 30 cartas, pudiendo llevar dos copias de cada una (excepto las legendarias, de las que sólo podemos llevar una única copia). Un tutorial os ayuda a iniciaros en la mecánica del juego la primera vez que lo probáis, de modo que hasta la gente que no ha tocado este tipo de juegos no debe asustarse, es muy fácil hacerse a su mecánica. Cabe destacar que empezamos con una base muy reducida de cartas, hay que currárselo mucho para disponer de una buena colección, pero Blizzard ha pensado en esos usuarios que empiezan ahora, como luego explicaremos.
HearthStone entra en la categoría free to play, es decir, bajarlo y empezar a jugar no os cuesta nada, podéis acceder a todos los modos de juego, el de práctica contra la IA para probar mazos, el casual donde peleáis contra otras personas sin jugaros nada y el modo con rango, consistente en 25 niveles donde las victorias nos irán subiendo de nivel a base de conseguir estrellas y las derrotas nos harán perderlas, siendo el objetivo llegar al rango más alto, Leyenda. Este modo con rango se resetea el primer día de cada mes, y cuanto mejor quedemos obtendremos recompensas en forma de cartas y polvo arcano para poder crearlas.
También disponemos de un modo llamado Arena, en el que podemos entrar pagando 150 de oro, que nos da a elegir tres de las clases, para ponernos luego ante un draft de 30 cartas, en el que nos darán 3 opciones cada vez para elegir una. Deberemos crear un mazo lo mejor posible para intentar llegar a las 12 victorias, donde nos darán un buen puñado de recompensas, pero cuidado, tres derrotas y estáis fuera.
Por supuesto, aparte de ser gratis, el juego incluye micro transacciones, puesto que los sobres de cartas y demás cosas que se puedan comprar con oro (obtenible en misiones y cada tres victorias contra gente) también pueden comprarse con dinero real. Lo que obtengamos de los sobres va a ser lo mismo, no hay ventaja por dejarse la paga en sobres, simplemente es una forma de ahorrarse tiempo para el que pueda permitírselo.
A lo largo de estos años desde su lanzamiento Blizzard ha ido ampliando la colección de cartas en gran medida, desde las cerca de 500 con las que se empieza hasta más de un millar con las que contamos en la actualidad. Las actualizaciones se producen de dos modos, una gran expansión con más de 100 cartas que conseguimos abriendo sobres, o una aventura en la que nos enfrentamos a enemigos característicos del mundo de Warcraft, con mazos creados para la ocasión, siendo ellos los que nos den las cartas cuando los derrotemos. Estas aventuras están diseñadas con distintas alas que se desbloquean semanalmente, lanzándose a lo largo de un mes, y es lo más cercano a un modo historia que encontramos en HearthStone. También puede pagarse con oro del juego si hemos ahorrado lo suficiente o con dinero real.
Por supuesto, para un jugador que inicia ahora su andadura en el juego tener una cantidad tan amplia de cartas que conseguir puede ser descorazonador, por lo que Blizzard hizo cambios esta primavera, dividiendo el juego entre el modo Estándar y el modo Salvaje. En el modo Estándar sólo se puede jugar con el set clásico de cartas que salió con el juego y los 2 últimos años de contenido, de modo que para ser competitivo en este modo no sea necesario tener hasta la última carta existente. Y para el que quiera jugar con todas las cartas del juego queda el modo Salvaje, donde se puede fardar de colección.
HearthStone sigue en pleno periodo de evolución, sus creadores no dejan de expresar que quieren que HearthStone aguante el paso del tiempo, por eso no dejan de meter novedades. Una de las más llamativas fue el modo Pelea de Tabernaque llegó el año pasado, donde durante unos días cada semana se permite luchar contra otra gente variando las reglas, desde mazos aleatorios donde no se nos permite elegir nada, mazos donde se mezclan las cartas de varias clases, o hasta jugar con 30 hechizos que nos den criaturas aleatorias, todo vale en este modo, que a modo de recompensa nos regala un sobre de cartas con la primera victoria de cada semana.
Y por último, pero no menos importante, acabaremos con la última novedad recién salida del horno, la Taberna Heroica, donde parece que Blizzard empieza a testear un modo torneo con vistas al futuro. Este modo, que se estrena esta semana nos permite crear un mazo competitivo con las cartas que tengamos y entrar a una especie de arena, donde también aspiraremos a 12 victorias antes de perder 3. ¿La novedad? La entrada cuesta 1000 oros (o 10 euros si no disponemos de esa ingente cantidad), pero las recompensas están a la altura, para el que llegue al final le esperan 50 sobres, gran cantidad de oro y polvo arcano, y 3 legendarias doradas. Un desafío sólo para los más valientes, puesto que la diferencia entre el gran premio e irte sin nada es abismal.
A modo de conclusión diremos que HearthStone es uno de los mejores juegos en los que puedes invertir tu tiempo actualmente, tanto para el usuario medio que sólo puede permitirse unas partidas al día y se conforma con divertirse, como para el más competitivo que quiera llegar a Leyenda cada mes teniendo todas las cartas.
Incluso para aquel que se marque como meta conseguir la colección entera de cartas doradas (con su propia animación, pero a costa de gastar una barbaridad de polvo arcano), todos tienen cabida en HearthStone. El lanzamiento tanto para Android como para Ipad permite que se pueda jugar donde quieras, y las constantes actualizaciones y ampliaciones de contenido hacen pensar que HearthStone nos va a acompañar durante muchos años. Recordad, no todos los juegos se convierten en un fenómeno de masas a nivel mundial; HearthStone es uno de los tres juegos más seguidos en ‘Twitch’ y tiene organización de campeonatos a nivel mundial que reparten un pastizal para los mejores del mundo. ¿Quién sabe? Si le echas horas, a lo mejor tienes que decirles a tus padre que vas a dedicarte a un juego de cartas de ordenador de forma profesional. Pero bueno, en cualquier caso, nos vemos en el tablero…