¿El reencuentro que acabó en cobra?

La noche prometía. Después de 15 años, los concursantes de la primera edición de Operación Triunfo iban a subirse juntos a un escenario para recordarnos a todos cuánto hemos cambiado. Manu Tenorio y Nuria Fergó, Gisela y Bustamante... pero la productora lo apostó todo a una sola carta (o a un solo dúo): David Bisbal y Chenoa.

Los escondidos aparecieron al final, pero la actuación nos dejó un regusto agrio. Cero contacto visual, cero naturalidad... Faltaba complicidad y el asunto no mejoró cuando nos quedamos paralizados viendo cómo Chenoa pareció buscar un beso sin encontrarlo. El momento quedará en los anales de la historia televisiva (y de Twitter):

El almeriense le dedicó después unas palabras a Chenoa, a la que le costó pronunciarse:

Pero, ¿realmente hubo cobra?

Twitter ardía. #Todossomoschenoa y #Lanochecobra fueron los hashtags que más tweets acapararon. Pero, ¿realmente hubo cobra? El vídeo grabado desde el ángulo inverso pone en duda el momento. Mira en las imágenes siguientes los dos ángulos.

Operación Triunfo, la gran verbena

La nostalgia fue el plato fuerte. No faltaron grandes temazos. Mi música es tu voz, Dos hombres y un destino, Vivo por ella... Pero el sonido no acompañó y la iluminación, tampoco.

Para que todos participaran, Juan Camus puso como condición que todos pudieran cantar al menos una canción en solitario. Él cantó dos. Seguidas. Y pedía constantemente al público (sin ningún tipo de éxito) que le acompañara con los coros. ¿Tenía miedo a desafinar? El tema de la afinación es otro asunto que no faltó en la setlist de Twitter...

El concierto nos recordó que no fue la calidad vocal lo que hizo triunfar el programa hace 15 años. Había algo más. El componente sentimental. Conectar con unos chavales que se metían a una Academia llena de cámaras. Por eso anoche España se coló en la máquina del tiempo para ver a Chenoa y Bisbal cogidos de la mano (vieron la gala por televisión 4,1 millones de personas), aunque el asunto acabara en... ¿cobra?