Especial
'Crononautas': Mark Millar juega con una máquina del tiempo y el resultado es escacharrante
Dos personajes la mar de cachondos se van de expedición para descubrir la historia del mundo
¿Qué pasaría si la raza humana consiguiera colar una cámara en una época en la que no existían las cámaras? Pues, probablemente, después de obtener el material videográfico pertinente, enviaríamos una primera expedición de reconocimiento, ¿no?
Eso es exactamente lo que ha hecho Mark Millar de la mano de Sean Murphy (uno de los dibujantes más importantes de la industria del cómic americano). Uno y otro han creado dos personajes la mar de cachondos y los han mandado de expedición a descubrir la historia del mundo.
Por supuesto, algo en el primer salto temporal sale mal y uno de ellos queda encerrado en una época ajena. Cuando su compi llega para ayudar, él se ha convertido en el rey y señor de toda la historia (el conocimiento es poder y este lo utiliza para convertirse en la persona más importante del planeta) y, por supuesto, tiene argumentos de sobra para convencer al segundo para que apague su dispositivo localizador y comiencen una nueva vida de viajes temporales, acción y emoción.
Como el traje les permite transportar material consigo en los viajes, preparaos para ver todo tipo de fracturas temporales estupendamente ilustradas, samuráis conduciendo un tanque, un coche paseando en el año 3000 a.C., ametralladoras en las carreras de cuádrigas del coliseo o dos científicos regalando un crucifijo de oro al niño Jesús el día de su nacimiento. Desde luego, si algo tiene Crononautas, es sentido del humor en dosis industriales para una historia ligera y de lectura muy rápida impregnada por ese aroma irreverente que tan bien maneja Mark Millar.
El dibujo de Sean Murphy, por otra parte, es delicioso y razón más que de sobra para que los fans del dibujante se hagan con este tomo; sea la historia de mayor o menor agrado los lápices (y tintas) de Murphy siempre tendrán un hueco en mi estantería para revisión periódica.
Vaya, que si queréis ver tanques, dinosaurios, misiles, mafia, acción 'non-stop' en una historia entretenida y una pequeña moraleja para cerrar la historia, y todo en un mismo tomo firmado por el bueno de Millar y con uno de los dibujos más atractivos del sector, parece que Crononautas ha llegado para serviros. Yo ya no puedo evitarlo, tengo todos los tebeos de Millar en la estantería y comprenderéis que ahora ya no puedo parar.
La edición sigue los estándares que marca Panini para todas las publicaciones del Millarworld: tapa dura, el mejor papel… eso sí, echo en falta unas páginas finales dedicadas a las portadas alternativas de los seis números (que son muchas) y, si los hubiere, algún bocetillo del señor Murphy y tal, aunque eso ya no depende de nuestros amigos de Panini.