Las cicatrices pueden ser bellas y lo ha demostrado una conocida cantante
Se desnuda en una revista para mostrarlas tras ganar la batalla al cáncer
Superar un cáncer de mama es una buena noticia pero deja unas secuelas con las que hay que lidiar para lograr superar del todo lo que esa enfermedad genera. Bien lo sabe Anastacia que, a sus 48 años, ha tenido que batallar dos veces contra el cáncer. En 2003, tras una revisión rutinaria, le fue diagnosticado un tumor maligno en el pecho que logró vencer. Diez años después tuvo que lidiar con una réplica que le obligó a someterse a una doble mastectomía.
Debido al tatuaje que luce en la espalda los facultativos tuvieron que rodearlo en la cirugía reconstructiva de los músculos dorsales y el pecho que llevaron a cabo tras la mastectomía. Eso produjo que las cicatrices fueran más grandes de lo que es habitual. La cantante tuvo que someterse a 5 operaciones y 10 intervenciones que han dejado huella en su cuerpo.
Ahora, se ha desnudado para mostrarlas en la revista Fault. “Estoy nerviosa por el hecho de enseñar mis cicatrices y que la gente las vea, pero así soy yo realmente”, explica, “quiero ser capaz de ir a la playa y no tener fotografías tomadas de mi cuerpo que yo no he aceptado”.
Ese miedo a los paparazzi es lo que le ha llevado a tomar esta decisión. “Yo solía resistirme a ellas, pero ahora me siento poderosa”, asegura, “mis cicatrices son parte de mi trayectoria, un recordatorio de todo por lo que he pasado”. El cuidado con el que se han hecho las fotos y el significado que tienen han dotado a sus cicatrices de una belleza inusual.
En esta recuperación psicológica y de aceptación ha tenido mucho que ver su paso por el Mira quién baila británico en el que ha participado. En su despedida admitió que le había ayudado mucho. “Después de mi doble mastectomía sentí que una parte de mí se había ido y aquí he llegado a conocer de nuevo la parte superior de mi cuerpo. He recuperado mi feminidad”, reconocía, “las coreografías, el vestuario, la peluquería, el maquillaje… el jurado y todo el equipo me ha ayudado muchísimo a volver a creer en mí como mujer”.
No es la primera vez que se desnuda, pero sí la primera en la que muestra con toda su crudeza sus cicatrices. Es una forma de trabajar por esa recuperación personal necesaria tras una batalla tan dura y supone un símbolo de optimismo para las mujeres que están pasando por la misma situación.
El mismísimo Michael Jackson quedó prendado con su voz y aunque esta enfermedad ha truncado en parte su carrera, ella sigue al pie del cañón demostrando que talento le sobra. La vimos colaborar con Auryn en su último álbum y tiene un gran futuro por delante que esperemos que no vuelva a teñirse de tragedia.
Cristina Zavala
Periodista enamorada de todo el entretenimiento. Enganchada a la tele, los libros, los últimos lanzamientos...