John Lennon y ese 8 de diciembre que podía haber sido el día más feliz de su vida
"Seremos rockeros resucitados y volveremos a ponernos en marcha”, decía el exbeatle en esa su entrevista impresa antes de morir
Ese fatídico 8 de diciembre de 1980 habría sido un día lleno de alegrías para el exbeatle si Champan no se hubiera cruzado en su camino. El asesino de John Lennon le esperó durante horas en las inmediaciones del completo de apartamentos donde se alojaba, primero para que le firmase un disco y, después, para matarlo. Chapman ha sorprendido a todos recientemente con su arrepentimiento público, pero el daño es irreparable. El compositor y artista nos dejó para siempre hace cuatro décadas.
Comenzó con una sesión de fotos para la revista Rolling Stone, a la que tres días antes había ofrecido una entrevista. En este encuentro, Lennon habló, entre otras cosas, de su retiro, voluntario, del que ya se cumplían cinco años. “Podemos hacerlo, pero tiene que ser más agradable”, decía sobre volver a subirse a los escenarios. "Sin bombas de humo, ni pintalabios, ni luces tintineantes. Tiene que ser simplemente agradable", añadió. "No puedo vivir a la altura de las expectativas de otras personas sobre mí, porque son ilusorias". Lennon seguía siendo muy popular a finales de los 70, pero su menor éxito como solista y su adicción al alcohol y la marihuana pesaban sobre él. El nacimiento de su hijo Sean le retiró de la escena pública, pero en esta, que sería su última entrevista impresa, volvía a abrirse la puerta a la posibilidad.
De esa sesión de fotografías forma parte la icónica portada que se publicó sin titulares ni cajas de texto. Annie Leibovitz, actualmente la fotógrafa mejor pagada del mundo, visitó a la pareja para recrear la carátula del disco Double Fantasy, e inmortalizó este momento en la que sería elegida años después como la mejor portada de la historia.
Pasada la mañana, John concedió una entrevista a Dave Sholin para RKO Radio Network. Habló de un reinicio, de la renovación que suponía el nuevo disco: "Siento que esto no es más que el principio de todo, tengo la sensación de que nada ha ocurrido hasta hoy". Aseguró en esta entrevista de tres horas que las fricciones con Paul McCartney habían sido meras exageraciones y, sobre todo, mostró la devoción que sentía por Yoko: “El nuestro es un matrimonio holístico”.
Al salir de la entrevista, Lennon firma el último autógrafo a quien horas después lo asesinaría. Mark David Chapman estaba esperándolo para estrechar la mano del cantante y que éste le firmara un ejemplar de su último disco, Double Fantasy. Posteriormente fue subastado alcanzando un precio de 525.000 dólares, convirtiéndolo en el disco más caro en la historia.
Poco después, Ono y Lennon grabaron la que sería su última canción juntos. Fue en el estudio Record Plant, enfrente del edificio Dakota junto al productor de Aerosmith, Jack Douglas, con el que había empezado a trabajar. Terminaron juntos Walking on thin ice, y Douglas asegura que el exbeatle se despidió con una sonrisa de emoción en la boca, había conseguido que el tema sonara como quería. “Cuarenta minutos después mi compañera vino al estudio, muy pálida: está en la radio, han disparado a John".
"Seremos rockeros resucitados y volveremos a ponernos en marcha. Tenemos todo el tiempo del mundo, ¿no?”, decía Lennon en esa última entrevista impresa pocas horas antes de morir.