8 verdades incómodas sobre Anthony Kiedis que harán que le mires de otra manera
El líder de Red Hot Chili Peppers tuvo una infancia muy, muy difícil
La publicación del libro autobiográfico Scar Tissue por el líder de Red Hot Chili Peppers, Anthony Kiedis, ha dejado a muchos con la boca abierta. ¿El motivo? La dureza de algunas de sus revelaciones, que dibujan una familia desestructurada y una infancia que hace parecer un milagro que Kiedis no solo se haya convertido en uno de los grandes referentes de la música rock, sino que casi haya sobrevivido.
A continuación enumeramos ocho puntos sobre la vida del artista que nos han dado qué pensar:
1) Es hijo de un traficante de drogas. El apodo bajo el que trabajaba su progenitor por California era Blackie Dammet.
2) El cantante perdió la virginidad a los 12 años con la novia de su padre (previamente pidió permiso a este para hacerlo, algo a lo que él contestó: "Ahí está la cama y la chica, haz lo que quieras").
3) Fue el hijo no deseado (así lo asegura en las páginas del libro, con naturalidad) de una jovencísima pareja que, después, se divorció.
4) Hurtos, peleas... Ya desde pequeño, en Michigan, donde vivió con su madre hasta los 11 años, se metió en numerosos problemas.
5) A los 12... se mudó a casa de su padre. "Llevaba solo unos días viviendo con él y me llamó (...). '¿Quieres fumarte un porro?' me preguntó", narra Kiedis, que además de fumárselo, ese día terminó haciendo fotos a la novia de 18 años de su padre sin camiseta".
6) Se dedicó a traficar marihuana con su padre durante unos años. Incluso eso ayudó a que entre los dos se forjara un "fuerte vínculo". "Formábamos un equipo", explica.
7) Barbitúricos, alcohol... "Cuando salía con mi padre me daba un vasito de cerveza. Luego abría una cápsula de Tuinal (...). Entonces estábamos listos para salir", detalla Kiedis, que se inyectó por primera vez cocaína a los 14.
8) Rehabilitaciones. Se ha sometido a unas cuantas por su adicción a la cocaína y a la heroína (también ha utilizado speed, alquitrán negro, LSD). Cuando comenzó a escribir el libro, sin embargo, estaba limpio desde hacía 16 años. Cuenta las contradicciones en las que ha incurrido durante periodos. "He estado casi matándome por las drogas y, a la vez, cuidando mucho mi alimentación, nadando, haciendo ejercicio".