Por qué 'The Joshua Tree' es el álbum más universal de U2
Ya han pasado 35 años, pero este disco convirtió a los irlandeses en grandes estrellas mundiales
Bono, Adam Clayton, The Edge y Larry Mullen Jr. tardaron seis meses en cocinar el disco con el que pasaron de ser “héroes a súper estrellas”, según la Rolling Stone.Ya habían publicado cuatro discos anteriormente, con más o menos éxito, y ya gozaban de una posición muy respetable dentro del rock. Sin embargo, The Joshua Tree (1987), su quinto álbum, los colocó en la primera línea del rock mundial. ¿Por qué?
Generó cifras apabullantes
En estos 30 años acumula más de 25 millones de ejemplares vendidos, ha sido número 1 en 22 países, ha generado cinco millones de euros solo en derechos de autor, y fue el primer álbum del grupo en ganar un Grammy como mejor disco del año.
Uno de los inicios más impactantes del rock
Tanto, que la revista Rolling Stone lo incluye como uno de los álbumes esenciales para entender el guitarreo. Solo en los dos primeros minutos del disco (el tiempo que dura la introducción de Where The Streets Have No Name), The Edge da una lección sobre lo que pueden dar de sí las cuerdas de una guitarra. El videoclip de Where The Streets Have no Name se grabó en la azotea de una licorería de Los Ángeles. La policía tuvo que interrumpir la actuación porque la gente que se paraba a escucharles colapsó el tráfico.
Incluye tres de las canciones más tarareadas
Where The Streets Have No Name, I Still Haven’t Found What I’m Looking For o With Or Without You. Esta última, el primer sencillo del disco, es una de las canciones más versionadas del grupo y fue su primer número 1 en Estados Unidos.
Fue un potente altavoz
La relación amor-odio de U2 hacia Estados Unidos se escucha en In God’s Country o Bullet The Blue Sky, la huelga de los mineros en Irlanda en el 84 se cuenta en Red Hill Mining Town, y la lucha de las madres de la Plaza de Mayo argentinas queda reflejada en la última pista del disco, Mother Of The Disappeared.
Tiene una de las contraportadas más recordadas
Y con historia propia. El fotógrafo Anton Corbijn se pasó días recorriendo el desierto de Nevada buscando localizaciones para la sesión de fotos que iba a protagonizar la portada del disco, que todavía no tenía nombre. Les habló de unos “curiosos árboles” que se había encontrado y que se llamaban Los Árboles de Josué. Y así fue como Bono, Biblia en mano, decidió que el disco debía llamarse así, The Joshua Tree, y que uno de esos árboles tenía que aparecer en la imagen del disco. El árbol murió en 2000 y sufrió vandalismo en 2015.