El museo Ghibli es de lo mejor que tiene Tokyo

Si eres fan, tienes que ir al menos una vez en la vida

Donde haya una buena de Ghibli que se quite Walt Disney.

La factoría de animación más prestigiosa e importante de Japón tiene su propio museo. Un pequeño edificio situado a las afueras de Tokyo, cargado de encanto que se convierte en un lugar de ensueño para cualquiera que disfrutara en su día de Chihiro, El Castillo Ambulante o La princesa Mononoke, por mencionar tres de ellas.

Pequeñas señales con forma de 'Totoro' te guían por las calles de Mitaka a las puertas del Ghibli Museum. En la puerta, tu entrada de papel se cambia por un trozo de fotograma de una de sus películas, tu primer souvenir de la visita.

Una vez dentro, la recomendación es empezar por ir al cine, para entrar en calor. Ghibli Museum tiene siete cortos exclusivos que sólo pueden verse allí; por un lado un reclamo maravilloso, por el otro una pena enorme para muchos que no pueden visitarlo o para otros, que querríamos volver a verlos en casa (uno de ellos, Hoshi o Katta Hi, es directamente lo mejor que he visto de la factoría y me aterra el hecho de no volver a verlo).

Al salir de la coqueta sala de proyección, y resistiendo la tentación de ir a saquear la tienda de regalos, tendremos que pasar por la sala más artística del museo. Dos habitaciones forradas con bocetos y acetatos originales de la factoría Ghibli y algún experimento de animación para que veais como funciona (y el curro que conlleva); no más de ocho paredes capaces de hacer llorar a cualquier fan que dedique algún tiempo de su vida a dibujar o pintar.

Para que los pelos no dejen de estar de punta, veremos réplicas exactas de los pupitres originales de Miyazaki y compañía. Pequeños espacios cargados de detalles que podrían teneros horas enfrascados; fotografías, libros de referencias, material de dibujo, algún original por ahí dejado caer... Una auténtica bomba visual.

El museo está lleno de entradas y salidas, para los que quieran tomarse algo en la delicada cafetería o los que simplemente busquen una foto bonita con algún gigante molón sacado de alguna de las pelis.

La tienda de regalos es un caos y, sinceramente, no necesariamente la mejor tienda de Ghibli que esconde Japón. Si se me permite el consejo, para aquellos que vayáis a pisar Tokyo con ganas de abrir la cartera en busca de estatuas, libros de arte, peluches y demás parafernalia de las obras de Miyazaki, recomendaría la visita a la tienda Ghibli que esconde el sótano de la estación de Tokyo de Japón; el lugar perfecto para dejar volar tus ahorros sin arrepentimiento.

Vaya, que si eres de los míos es muy posible que tengas pendiente una visita a Japón y, muy posiblemente, ya sabías que el Ghibli Museum era una las paradas obligatorias en Tokyo. Espero que en estas lineas hayas encontrado alguna razón más para poner en marcha ese viaje; no te arrepentirás.