Úrsula Corberó nos conmueve con su historia familiar
Aprovecha el Día de la Mujer para contar la difícil vida de su madre
Tenemos la imagen de Úrsula Corberó de una chica joven que sabe disfrutar de la vida siempre con una sonrisa.
La hemos visto en series juveniles como Física o Química. En otras más adultas como La embajada. Y en breve la veremos en La casa de papel y ya avisa que es un unicornio.
También hemos seguido sus asuntos de amoríos: desde las polémicas declaraciones que hizo sobre las orgías en Física o Química a sus historias con Andrés Velencoso y Chino Darín del que está, en estos momentos, totalmente enamorada.
Pero tras esa sonrisa permanente hay una vida no tan risueña. Su madre y su hermana no han tenido una historia fácil y ella ha estado a su lado.
Aprovechando la sensibilidad que produce celebrar el Día de la Mujer, la actriz ha aprovechado para contarnos su historia familiar a través de un largo texto en Instagram.
“Mi madre se quedó embarazada de mi hermana con 17 años. Cuando le empezó a asomar la barriguita pasó a ser la peste del barrio, se quedó sin amigas y aun siendo una estudiante brillante la echaron del colegio porque era un mal ejemplo para las demás niñas”, cuenta.
Debieron ser momentos difíciles porque a esa edad uno no está preparada para la maternidad y vive esa época en la que se forja la identidad y se piensa en el futuro. Pero la madre de Úrsula pudo con eso y más.
“Ella siempre me cuenta que aún así siempre estaba contenta, los sábados por la tarde se iba a la discoteca sola y se subía al podio a bailar sin parar con su bombo, a las dos horas se volvía para casa”, relata, “ha trabajado de corsetera, de floristera, de pescadera, ha limpiado casas, ha sido auxiliar de clínica dental, ha vendido colchones...”.
Y todo lo ha hecho por sus hijas porque luego llegó Úrsula que puede presumir de haber podido contar siempre con su madre.
“Cuando le dije con 6 años que quería ser actriz le suplicaba a su jefe que le diera la tarde libre y le decía que se lo descontara del sueldo para llevarme a los castings”, relata.
Y no era fácil porque había muchos obstáculos: “Vivíamos a 62km de Barcelona y mi madre no tenía coche ni carné, hacíamos autoestop en el pueblo para que nos llevaran al pueblo de al lado y allí cogíamos un tren que nos dejaba en Barcelona. Después metro. Las colas de los castings de publicidad eran infernales y durante un año no me cogieron para ningún anuncio, pero quien la sigue la consigue”.
Y vaya si lo consiguió. Hoy Úrsula es una de las actrices imprescindibles de la pequeña pantalla y ha demostrado que su lucha ha merecido la pena.
Pero no ha sido fácil y aunque tenía el ejemplo de superación de su madre, tenía una hermana a la que también le costó mucho labrar su camino.
“Mi hermana tampoco se queda corta, ha trabajado sin parar toda su vida, pasando por momentos muy críticos con un hijo al que alimentar, desesperada por conseguir un empleo”, escribe en su Instagram, “reunió dinero de donde pudo y se formó para ser tanatopractora, pero resulta que ahí las mujeres no estaban bien vistas y le ponían pegas para todo. Nunca le dieron trabajo aunque terminó sus prácticas con notas sobresalientes”.
Dos ejemplos de mujeres luchadoras y constantes que han servido de ejemplo para esta joven que es consciente de lo que tenía en casa y saber agradecerlo.
“Las mujeres no se merecen un día, se merecen una vida digna con igualdad. Soy quien soy y he llegado donde estoy gracias a la garra que he heredado de ellas. Unas JEFAZAS que han podido con todo y más”, termina.
Cuando se encienden los focos se nos olvida que detrás de esas sonrisas, de ese glamour y de esa aparente vida de estrella, hay personas normales, con vidas tan o más difíciles que las nuestras.
Cristina Zavala
Periodista enamorada de todo el entretenimiento. Enganchada a la tele, los libros, los últimos lanzamientos...