Especial
Análisis de NieR Automata
El juego japo que necesitábamos.
¿Sabes esos juegos "japo" que molan especialmente porque son "muy japo"? Empezando con suavidad en Metal Gear Solid pero siguiendo a por otros más atrevidos como Bayonetta, Metal Gear RISING, Asura's Wrath...
Son especiales, muy especiales porque sabes que por mucho que un estudio "yankie" se pueda currar un "hack 'n' slash" nunca tendrán esas mentes retorcidas para crear un guión y unos personajes tan especiales como los de los juegos japoneses.
Dicho esto, y tras un tiempo sin demasiado movimiento en la producción nipona, llega NieR Automata; posiblemente el juego más especial y la sorpresa más grande que he encontrado en la vida de PS4.
Sólo el primer acto del juego (la primera hora de juego) es una declaración fundamental de principios por parte de Platinum Games; una carta de amor a toda una historia y una forma de entender la producción de un videojuego.
Sin saber dónde me metía, NieR me llevó de la mano por una secuencia de acción casi ininterrumpida que cambia de género constantemente. Empieza como un shoot'em up de naves, para cambiar un par de veces el plano del avance y llegar finalmente a presentar su faceta de 'hack n slash' al más puro estilo "Devil May Cry".
Todo ello guiado por una protagonista especialmente atractiva (en términos fundamentales, no sólo por la minifalda), un entorno gráfico encantador y una banda sonora fuera de lo común.
Comprar NieR a precio de salida es un acierto y lo mejor de todo es que el jugador se da cuenta de eso en la primera hora de juego. Sin importar cuanto dure el juego o a donde le lleve la historia; esa primera hora de juego tranquiliza y asegura la inversión. No te has equivocado.
Casi sin darme cuenta, ya he dicho todo lo que quería decir; pero me explicaré algo mejor.
El género de NieR tendría la etiqueta de "acción", pero el desarrollo, que combina mecánicas de disparo y de ataques cercanos, cambia continuamente el registro para la sorpresa del jugador. Lo que en un momento se mueve como un juego de acción en 3D de esos que piden conocimiento del control y destreza para hacer las cosas con estilo (como ocurriera en Rising o en Bayonetta), cambia rápido a una vista lateral con avance en el plano bidimensional o a un scroll vertical como si de un juego de naves se tratara... y lo hace con una facilidad y una coherencia brutales, porque el jugador tiene en todo momento la opción de pegar y disparar, simplemente a veces el juego pide más de una cosa o de otra y acaba pareciendo un cambio absoluto de registro que evoca sensaciones muy noventeras, como de sentir que jugamos a una recre de naves de vez en cuando. Es brutal.
Sumad a este las posibilidades RPG que engrosan la oferta y el desarrollo de nuestro personaje, un pequeño mundo abierto en el que vagar y completar misiones secundarias y el puntito de miedo que dar perder todos los logros alcanzados con nuestro personaje si no somos capaces de llegar al punto en el que hemos muerto por última vez (como ocurre en Dark Souls, por ejemplo) y tendréis uno de los productos más completos que hay en el mercado en estos momentos.
Una mecánica extraordinaria se acompaña de un cuidadísimo look 'anime' que sacará la sonrisa de cualquier jugador con edad comprendida entre los 13 y los 40 años. Los más picarones o de mente más gorrina tendrán además el divertimento de encontrar ángulos perfectos para verle las braguitas a la protagonista, algo que los desarrolladores premian con un logro específico. Lo dicho, muy japo.
Gráficamente puede parecer un juego muy currado de PS3 en ocasiones, pero no. La iluminación y la envergadura de las construcciones no son algo fácil de mover; el hecho de que el desarrollo cambie de vez en cuando la plano bidimensional no debe confundiros, es una decisión conceptual soportada por el mismo motor que mueve todo el juego cuando se comporta como juego de acción 3D y no deja de brillar en ningún momento.
Como guinda, la banda sonora. Muy, muy especial. Uno podría pensar que casi innecesaria para un juego de este tipo, pero cuando aparece y nos hace vivir la historia con intensidad e involucrados, nos damos cuenta de que resulta parte fundamental de la ecuación.
¿Quedan dudas?
Compra y regala NieR. Sin pensarlo. En este juego todo es bueno o muy bueno y tienes un mínimo de 20-25 horas aseguradas para la primera partida (que bien pueden crecer si eres de los que se toma su tiempo para explorar y completar). Una maravilla.