'Tambores de guerra' de Manuel Carrasco: otra victoria del artista que más vende en España

Las claves de una de las composiciones más directas y firmes del onubense

El éxito arrollador de Manuel Carrasco, que se convirtió en 2016 en el artista más vendedor en España por delante de Adele o Melendi, sigue dando pasos firmes sin que el artista onubense pierda por el camino ni la sonrisa y ni una sencillez tierna y poco vista entre artistas de su caché.

Su último álbum, Bailar el viento, ha firmado algunos de los singles más sonados y aplaudidos por las emisoras españolas de los últimos meses, como Ya no.

Pero su disco tiene otros tesoros. Por ejemplo, el single Tambores de guerra, del que el pasado mes febrero el cantante lanzaba un primer vídeo interpretándolo en directo y que hace ocho semanas entraba en nuestra Lista de LOS40, donde ha ido subiendo hasta la posición 12, que actualmente ocupa. 

Repasamos las claves de uno de los mejores temas del álbum del artista:

#1 La puerta al corazón del artista. Tambores de guerra es el tema que abre el disco Bailar el viento y con el que comienzan muchos de los conciertos de Manuel. Y, por lo tanto, el encargado de marcar y presentar la línea romántica, intensa y auténtica que protagoniza el resto del disco, y su consistencia musical.

#2 El Manuel Carrasco más directo. Siguiendo la estela de Ya no, y a diferencia de otros temas en los que se agolpan las metáforas, Manuel usa aquí un lenguaje más directo para expresar su voluntad de acabar con una relación destructiva. Aunque la dulzura romántica de esta músico siempre asome cuando reconozca: "Te dejo sabiendo que tal vez mañana, aunque no lo diga, quiera regresar".

#3 Reivindicación personal por delante del amor. Sí, el desamor es lo primero que se vislumbra del tema, pero aún más importante es "la reivindicación de uno mismo por querer romper con algo que no te está haciendo bien". "Aunque sea algo que de verdad duele", ha explicado el artista. Y aún incluso si después se desandan los pasos (la carne es débil).

#4 Honestidad. Es una característica difícil de definir pero que se percibe en toda la obra del onubense. Como si este joven que aún se sonroja en las entrevistas abriera realmente su corazón con cada canción. "La música tiene que ser verdad, auténtica", ha declarado Manuel. Y cada cación es (o parece, muy fidedignamente) un trocito de sus latidos.

#5 Sencillez y sentimientos. El combo que ha logrado que su música (y canciones como Tambores de guerra) sea una de las más escuchadas en España se articula a través de sentimientos cotidianos y profundos expresados con sencillez poética; una voz cálida, una música que bebe del pop y sus raíces flamencas, y melodías insusitadamente efectivas y contagiosas. 

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