¿De verdad necesitamos películas de Star Wars hasta 2030?

Según el CEO de Disney, sí

Póster de El Despertar de la Fuerza / The Walt Disney Company

Nos quedan 13 años por delante de aventuras de Star Wars. ¿Ya estabas harto de que todas las navidades se estrenara algún spin off o algún capítulo de la saga? Pues prepárate.

Según recoge The Hollywood Reporter sería cosa del CEO de Disney, Bob Iger, quien habría asegurado que la franquicia galáctica todavía tiene contenido hasta, por lo menos, 2030.

Tiene sentido si tenemos en cuenta que la nueva trilogía tiene pendientes por estrenar el Episodio VIII y el IX, que la trilogía sobre Han Solo se acaba de empezar a rodar y que los buenos resultados de Rogue One darán para algunas películas más.

Todo ello sin contar que avispados directores o guionistas decidan que otras ramificaciones de la ficción pueden también ser susceptibles de continuaciones.

Y es que es difícil dejar escapar a la gallina de los huevos de oro cuando El Despertar de la Fuerza recaudó en todo el mundo más de dos mil millones de euros (sin contar ventas de merchandising o la película en formatos diferentes a la gran pantalla).

El dinero siempre ha sido lo que ha movido a la industria cinematográfica de los grandes blockbusters, que no olvidemos que no deja de ser una empresa destinada a dar beneficios.

El problema llega cuando la saga que comenzó en 1977 con Una nueva esperanza pierde todos los ingredientes que la hicieron famosa. El Imperio Contraataca, la segunda de 1980, estuvo entre las mejores de ese año y parece que, a pesar de todo, eso no ocurrirá con las nuevas entregas.

Tras el descalabro de la trilogía protagonizada por Natalie Portman, Ewan McGregor y Hayden Christensen lo cierto es que los fans esperaban un cierre más digno a un clásico de la ciencia ficción pero abrir dos vías en forma de spin off y seguir desarrollando la idea se presume algo estomagante para el público (y las que nos quedan por ver).

Eso sin tener en cuenta que las nuevas caras que pululan por la saga no están a la altura de las clásicas. Ni Daisy Ridley es Carrie Fisher, ni Alden Ehrenreich le hará sombra a Harrison Ford en el momento de interpretar a Han Solo.

Las cosas han cambiado desde 1977, las formas de consumir cine también, pero las sagas eternas no hacen más que poner de manifiesto una sequía de ideas preocupante en Hollywood. Y eso debería hacerles pensar.