¿Por qué volvemos a flipar un año más con Glastonbury?
Cada año nos pasa: La capacidad del festival de Glastonbury para reunir en su cartel nombres importantísimos de la música mundial y dejarnos boquiabiertos es infinita. El evento, que este año celebra su edición número 35, ofrece una gran diversidad en una oferta de 83 artistas que no tiene complejos a la hora de reunir géneros y a artistas de todo tipo.
Aunque hay predominancia de lo que en España consideramos indie, Glasto se entiende mejor como una grandísima celebración de la música. Aquí las razones por las que el primer adelanto del cartel de Glastonbury 2017 me ha vuelto a dejar con esa mezcla entre envidia y ganas de pedirme vacaciones del 21 al 25 de junio.
Indie de Instagram
Sí, Coachella comenzó la tendencia que muestra qué bien encuadran los festivales en Instagram. Glastonbury es algo menos glamouroso por las cantidades ingentes de barro que suelen acumularse en el recinto, ubicado en una granja al sur de Inglaterra. Pero las redes sociales volverán a arder con más de 135.000 personas disfrutando en directo los estrenos de los nuevos disco de bandas y artistas de reconocido prestigio y lustre entre la muchachada indie como The xx, Phoenix, Future Islands o Father John Misty.
En este apartado también habría que encajar el regreso histórico de las leyendas del shoegaze Ride con nuevas canciones, y la intensidad y emoción (que sientan de maravilla con un filtro Willow) de cabezas de cartel como Radiohead o The National.
Pop sin complejos
Recordemos que por los escenarios de Glastonbury han pasado artistas como Beyoncé, Lionel Richie… o Shakira (no es broma, no). Se trata de un festival que busca las tendencias sin preocuparse de las etiquetas o bandos absurdos (ni indie, ni mainstream), algo que deberíamos aprender y ver más a menudo en España. Pues este año, el cartel está repleto de nombres muy conocidos en la lista de LOS40.
El primero de todos y el más sorprendente es el de Katy Perry, que llevará su nuevo disco a Glasto, en el que posiblemente es uno de los mayores retos de su carrera.
A esta cita tampoco no podía faltar el niño bonito del pop británico actual, Ed Sheeran, que volverá de una forma muy distinta a su debut en el festival en 2011 -cuando formó parte de las actividades gratuitas del evento-; o de 2014, cuando tocó a media tarde. Esta vez el cantante de “Shape of You” es uno de los cabezas de cartel, y la gran atracción que cerrará el festival este año.
Además de Perry y Sheeran, hay que sumar a la genial Lorde, que estrenará su nuevo disco; a los simpaticones Clean Bandit; la tralla electrónica de Major Lazer; la resurrección de Craig David; la elegancia R&B de Emily Sandé; el brillo reggae de Shaggy; y promesas del pop actual como Halsey, Tove Lo o Birdy.
Vanguardia
Glastonbury también es un escaparate único para comprobar a qué suena la música actual en sus variantes más arriesgadas, experimentales y especiales.
En este apartado encajan muy bien propuestas como las de alt-J, que volverán a hipnotizar con canciones como “In Cold Blood”, incluida dentro de Relaxer, el disco que publicarán apenas 20 días antes. Sampha hará lo propio con uno de los discos más evocadores y únicos de la música negra de 2017.
Pero también en el cartel destaca el pop salvaje de Glass Animals, la poesía cruda y rapada de Kate Tempest, o tres nombres que describen muy bien cómo la música electrónica puede tener discurso y ser algo creativo: Joe Goddard, Moderat y Justice.
A guitarrazos
El rock más potente y arrollador también es protagonista, aunque en menor medida, de esta edición del festival. En la cabeza del cartel y como uno de los máximos valedores de esta apuesta artística están Foo Fighters, que apenas un mes más tarde harán lo mismo en el festival Mad Cool de Madrid.
Junto a ellos, también relucen los nombres del explosivo dúo Royal Blood, o Biffy Clyro, que también se llevan a Glastonbury a los teloneros de su más reciente concierto en Madrid: Frank Carter & The Rattlesnakes.
Vieja guardia
Glastonbury es un festival que tiene querencia por hacer homenajes a nombres legendarios de la música mundial. Ya lo vimos cuando convocaron a Dolly Parton en su edición de 2014.
Ahora ese reconocimiento cae sobre Barry Gibb, que sujeta sobre sus hombros el peso de una reluciente carrera dentro del pop melódico, y sobre todo la leyenda de la banda más relevante de la música disco: The Bee Gees. Recordemos que el año pasado Coldplay cerraron el festival con la aparición sorpresa de Gibb para interpretar “Stayin’ Alive”.
Pero ojo, a esta edición también se apunta el funk cadencioso de Chic, que ha vivido una segunda gran época de brillo tras la colaboración de su líder Nile Rodgers con Daft Punk en la archiconocida “Get Lucky”. Otro nombre es el de Kris Kristofferson, muy reconocido por su faceta como actor, pero realmente apasionante en la de músico de country y rock americano. Cuando pise el festival Kristofferson estará a punto de cumplir los 81 años.
Y sí: Glastonbury reunirá en un escenario mundial a The Jacksons. Sí: Jackie, Tito, Jermaine y Marlon volverán a bailar con la gracia y la agilidad de un demonio para celebrar más de 50 años de historia que comenzaron como The Jackson 5, y para honrar la memoria del pequeño Michael.
Poder femenino
Mucho hablamos de la cuota femenina en los carteles de festivales, y al menos en este primer adelanto Glastonbury cumple con el compromiso con el talento de proyectos musicales encabezados por mujeres. Estará Solange interpretando en directo uno de los mejores discos de 2016, el magistral A Seat at The Table; pero también hay que apuntar nombres llenos de inspiración como los de Laura Marling o Martha Wainwright.
Con mucha rebeldía también llegará la responsable de uno de los álbumes más interesantes del año pasado, Angel Olsen; o el pop electrónico y evocador de Goldfrapp. Pero Glastonbury también se guarda el regreso esperadísimo de las hermanas Haim con un segundo disco del que apenas hay detalles.
Nombres emergentes
Por supuesto, este cartel es una especie de museo de la música emergente hecha en Inglaterra y en el resto del mundo. Si no sueles estar atento a las últimas tendencias y nombres más interesantes, aquí tienes buenos ejemplos: Pasando por el pop tenue e inspirador de London Grammar, la inquietud creativa de Declan McKenna, el sudor funk de Anderson .Paak, el viaje psicodélico de BadBadNotGood, el pop retro de The Lemon Twigs, o el preciosismo acústico del trío femenino Girl Ray.
En fin, que aunque a este lado tenemos cada vez mejores ofertas musicales gracias a festivales como Mad Cool, Sónar o Primavera Sound, siempre existe espacio para la sorpresa y las alabanzas con Glastonbury. Por algo es uno de los mejores festivales del mundo. Hay que recordar que las entradas llevan agotadas desde octubre, cuando aún no se sabía ni un solo artista del cartel.