Especial
Holden Centeno: Nació en las redes y sabe lo que le gusta a su generación
Escucha David Bisbal y lee a Paul Auster
Holden Centeno es uno de esos veinteañeros que ha crecido en las redes. Mientras sus padres veían la tele él escribía en un blog.
Ahí contó su historia de amor y desamor que acabó convirtiéndose en un bestseller internauta que terminó llamando la atención de una editorial.
Ahora le ponemos cara pero hubo un tiempo en el que se guardaba mucho de perder su anonimato. La chica de Los Planetas no se lo permitió.
Su libro fue un éxito en 2014 y demostró que los jóvenes escriben y leen y había muchos que demandaban una segunda parte que llegó con 365 días con la chica de Los Planetas que contaba el después.
Hace unas semanas ha publicado Mi silencio habla de ti que viene a confirmar que lo suyo no fue producto de la casualidad.
Habla de amor y lo hace con un lenguaje coloquial y accesible para los jóvenes como él. Y además de los libros le entusiasma la música.
Se sabe de memoria la letra de Náufrago de La sonrisa de Julia. Le da paz Cerdeña de Quique González. Le gusta (aunque en secreto) Camina y ven de David Bisbal. Y en su playlist podríamos encontrar desde Leiva y Sidecars a Kodaline y Vampire Weekend.
Él ha sido el encargado de crear nuestra estantería de hoy en Librotea. Una selección de obras que está convencido que pueden entusiasmar a los de su generación aunque sean clásicos.
#Los autonautas de la cosmopista (Julio Cortázar y Carlos Dunlop)
“Es un libro escrito a dos manos con un final que marca muchísimo pero marca aún más su desarrollo, la historia de Julio y Carol, qué les lleva a hacer el viaje, sus razones, sus ganas, su locura y su firme promesa de acabar el viaje con todas las consecuencias, como el amor, hasta el final. Para disfrutarlo mejor, hay que leer casi a la vez la Correspondencia de estos autores con Silvia Monrós”.
#El último testamento (James Frey)
“Les gustará a las personas con inquietudes religiosas o espirituales. Una historia que si eres creyente hace que te preguntes mil cosas y si eres ateo te puede llegar a tener un cierto aprecio por la figura de un mesías”.
#Aquí y ahora (J.M. Coetzee y Paul Auster)
“Dos de los mejores escritores del mundo escribiéndose cartas sobre sus cosas. Una auténtica delicia. Dos personas con ciertos pensamientos distintos y maneras de ser dispares que sin embargo encajan perfectamente. Si eres más de Paul Auster te entrarás ganas de leer a Coetzee, y si eres más de éste, te entrarán ganas de leer a Auster”.
#Mortal y rosa (Francisco Umbral)
“Dicen que lo escribió totalmente borracho y drogado debido a, entre otras cosas, la muerte de su hijo. Yo no me creo esta teoría. Está escrito de una manera tan perfecta y delicada que sería imposible escribir algo tan bueno bajo ese efecto por mucho que digan. Es de lo mejor que he leído en los últimos años. Además motiva a la escritura”.
#El pan a secas (Muhamed Chukri)
“Una historia desgarradora, como las que a mí me gustan. Engancha su ritmo, su historia y la sinceridad con que la escribe. Creo que pocos autores podrían expresar el drama que vivió Chukri, que es bastante jodido, y quieras seguir leyendo más y más sobre su vida. Ayuda el hecho de que durante toda la lectura, sientes que el autor si no ha superado esa vida tan dura, la ha asumido de una manera envidiable”.
#Divina comedia (Dante Alighieri)
“Siempre quise leer la Divina Comedia. Esa idea nació en mi adolescencia pero no pude enfrentarme al libro hasta que llegué a la Universidad. Un viaje al infierno no se hace todos los días. Dante se convierte en un guía tan bueno que te entran ganas de quedarte a vivir allí en un lugar tan terrible”.
#Canciones de amor a quemarropa (Nickolas Butler)
“Me atrajo la idea de leerlo porque se basa en la historia de Bon Iver. Después me di cuenta que más allá de eso era una historia original, muy bien escrita, contada a través de distintos personajes y capaz de hacer que acabes reconciliándote con todos ellos. A lo largo de la historia siempre les odias por algo”.
#¡Adiós, “Cordera”! (Leopoldo Alas Clarín)
“Me quedo con este cuento porque creo que fue uno de los primeros que me hizo llorar. Después de Kiwi, claro. Adoro la ciudad. Podría vivir en la ciudad más grande y caótica del mundo y ser feliz. ¡Adiós, Cordera! me sacó de todo eso. Me hizo ver la vida del campo y meterme en la piel de los niños, sentir su tristeza, y la rabia de cómo la sombra de la ciudad llegaba a un pequeño pueblo”.
#Catilinarias (Cicerón)
“Cualquier frase de Cicerón es para enmarcarla. En las Catilinarias ya dice ¡Qué tiempos, qué costumbres! Y eso me enganchó a ellas. Ver como un tipo que me saca siglos de historia, ya estaba harto de los tiempos y las costumbres que corrían entonces. Todo sigue igual ahora. Es algo terrible y maravilloso a la vez”.
Cristina Zavala
Periodista enamorada de todo el entretenimiento. Enganchada a la tele, los libros, los últimos lanzamientos...