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Cómo desenmascarar a un bolso de firma falso
No es que nos los podamos permitir pero nunca está de más
Si nos ponemos serios y hablamos de propiedad intelectual y los derechos de los diseñadores: está muy feo comprar productos falsificados.
No solo porque las ideas se paguen al igual que las producciones o porque, al final, el esfuerzo por pagar una pieza original que va a durar toda la vida es mucho mayor.
Así que, aunque nosotros no nos los podamos permitir, te vamos a contar en que se diferencia un bolso falso de uno auténtico (además de en el precio, claro está).
Materiales: Quizá sea la más complicada. No todos los bolsos buenos están hechos de carísima piel pero en caso de serlo no debe ser ni muy brillante, ni resbaladiza ni pegajosa.
Cremalleras: Las cremalleras en los bolsos de verdad están perfectamente cosidas y nunca dejan que se formen bolsas en los extremos (sí, esos huecos en los que estás pensando de TU bolso).
El logo: Los estampados o logos de las marcas deben estar perfectamente alineados. Si el bolso, de repente, corta la LV característica de Louis Vuitton entonces, ¡es falso!
El forro: Cada bolso tiene un color propio en su forro que nunca jamás se cambia. Las copias suelen pasar el detalle por alto.
La marca: Esta es muy sencilla pero seguro que la has visto más de una vez. Las falsificaciones tienden a escribir mal el nombre de la firma a la que imitan. No es Channel, es Chanel.
Los detalles: Si un bolso tiene bolsillos puede que estos no estén en la copia. Si tiene varias correas, puede que te encuentres solo con una...