Confusión, nervios y mucha tensión: así vivió Kike Belmonte su propio ‘GH VIP’

Qué nervios antes de entrar en la casa de Guadalix de la Sierra.

En el autobús se palpaba la tensión, los periodistas estábamos a tope con Daniela o con Aly. Ni Irma ni Emma. La famosa carretera de las curvas que conduce hasta la casa nos zarandeaba, mientras comentábamos con Miguel Frigenti las preguntas que íbamos a realizar esa noche.

La organización del concurso nos llevó hasta lo que en otras ocasiones se ha conocido como El Apartamento o El Contraclub, una estancia 'secreta' de la casa, en la que se ocultaban concursantes eliminados o repescados.

Por fin llegó el momento y el mismísimo Súper, Floren Abad, nos condujo hasta el escenario donde iba a suceder todo: la sala de pruebas, convertida en un verdadero plató de televisión.

En el momento de preguntar me armé de valor y dije lo que todo el mundo quería saber: ¿se llevaban realmente mal mis compañeras en el estudio de radio?

Sea como sea, o una u otra se merece ganar el concurso. Han sido las grandes protagonistas y aunque es obvio que mi corazón está con Daniela, Aly tampoco decepcionaría como reina de la edición.

Si tuviese que definir brevemente mi paso por la casa escogería tres palabras: confusión, nervios y tensión.

Confusión porque las finalistas no sabían dónde meterse,  no estaban seguras de si ese día era la final o si estaban a punto de llevarse el maletín e incluso se quedaron atónitas al vernos a todos allí. El público estaba ávido de respuestas.

Nervios porque los sentimientos estaban a flor de piel. Yo estaba tan nervioso como ellas, pero nos reconfortó el encuentro y las complicidad entre Daniela y yo. Con Aly también, pero más con la primera.

Daniela era consciente de lo que habíamos visto fuera y quería que le preguntase por ello y que le contase cosas sobre Uri.

Por último, tensión por las broncas y porque de nuevo salieron a relucir todas las disputas entre ellas. La gran diferencia era que aquello fue una rueda de prensa a través de nuestros propios ojos. Nosotros hemos visto su día a día y queríamos aportar nuestro particular punto de vista.

"Estar dentro de esa casa ha sido un sueño cumplido"

Desde que tengo 10 años he sido seguidor de Gran Hermano.

Quizá por ello, haber entrado en la casa haya sido cumplir uno de mis grandes sueños. Además, si a eso le sumas el reencuentro con dos de mis compañeras, el resultado es mágico.