Especial
La embarazosa confesión de Colin Farrell sobre su primera depilación íntima…
…te hará llorar (de la risa)
Por mucho que los periodistas y presentadores se esfuercen por preguntar a los actores por las escenas sexuales de sus películas no consiguen respuestas más allá de las tópicas sobre lo incómodos que se sienten (o no).
Nada de enjundia hasta que ha hablado Colin Farrell que sí ha entrado en detalles reales.
Todo sucedió en el programa de Ellen DeGeneres en una de sus secciones habituales en las que, según lo interesante de la confidencia que le hace su invitado, mayor es el donativo que hace a la organización que él elija.
Farrell se lo tomó en serio y decidió hablar de lo que le ocurrió cuando fue a grabar su primera escena de sexo en Hollywood para la peli Tigerland que dirigía Joel Schumacher.
Cuando no tenía más que una bata puesta y nada más, se presentó delante del director y se descubrió y su sorpresa, por lo visto, fue mayúscula cuando observó su estilismo genital.
“Había una escena sexual en ella y estaba muy nervioso porque era la primera vez que hacía una escena de sexo. Ahora son como un paseo (bueno, en realidad no, siempre son incómodas)”, empezó a contar, “así que, nada, fui con el director, Joel Schumacher, y yo llevaba una bata y nada debajo. Estaba obviamente tan nervioso que perdí la cabeza durante un segundo, porque me abrí la bata y dije: ‘¿Es un poco…?..’, porque como la mayoría de los hombres tenía lo que puedes llamar un ‘arbusto retro’. Y Joel dijo, ‘oh’”.
Sólo imaginarse la escena es para partirse de risa. Además, a pocos se nos pasaba por la cabeza que el chico rebelde de Hollywood tuviera reparos para hacer este tipo de escenas.
El caso es que tuvo que tomar medidas para borrar la cara de susto del director y lo hizo. Se fue a buscar al equipo de maquillaje y peluquería en busca de una afeitadora eléctrica.
“Me fui a mi tráiler, cogí una papelera y me la puse debajo de… Estaba muy nervioso y me depilé el lado derecho un poco y, obviamente, tenía que igualarlo, así que me depilé el lado izquierdo. Pero me pasé un poco la marca, así que tuve que volver y depilar el lado derecho de nuevo. Me pasé otra vez y, a esas alturas, estaba sudando. Volví y retomé el trabajo por la izquierda. Después miré abajo y tenía una pequeña pista de aterrizaje, una preciosa, preciosa y pequeña pista de aterrizaje”.
Vale, nosotros podemos reírnos pero seguro que él no lo pasó nada bien pese a esa fama de chico malo que pasa de todo que tiene.
Además, tanto apuro para finalmente no rodar la escena. Eso sí, le dejó una divertida anécdota que contar que le ayudó a conseguir los 10.000 dólares de DeGeneres que no paraba de llorar (de la risa).
Un dinero que destinó al colegio de su hijo que tiene un plan inclusivo muy necesario, según el actor.
Más actores tendrían que contar este tipo de anécdotas para que pudiéramos entender, de verdad, cómo es rodar ese tipo de escenas que luego quedan tan naturales en la pantalla pero que no deben ser fáciles de rodar.
Cristina Zavala
Periodista enamorada de todo el entretenimiento. Enganchada a la tele, los libros, los últimos lanzamientos...