El Manchester Arena, un templo de la música
Por él han pasado desde Lady Gaga hasta los Guns N' Roses
Del gris del cemento, brota la música. Manchester, la primera ciudad industrializada del mundo, cuna del ferrocarril y del Rolls Royce en Reino Unido, está ligada a grandes nombres de la música. De allí han salido Joy Division, The Smiths u Oasis.
La música surge de la calle, de los garitos, de los bares... y, desde los 90, el Manchester Arena alberga los grandes acontecimientos musicales. Es un escenario de referencia en el circuito europeo y no hay artista internacional que no pase por allí.
Hoy ha vivido un episodio negro: un atentado terrorista ha sacudido este templo de la música. 22 personas han muerto y más de 50 han resultado heridas.
De Lady Gaga a los Rolling Stones
El estadio se construyó para la candidatura de la ciudad a los Juegos Olímpicos de 1996 y 2000 (que finalmente ganaron Atlanta y Sydney). Pero desde entonces, ha albergado más conciertos musicales que competiciones deportivas.
Por allí han pasado Lady Gaga, los Rolling Stones, Beyoncé, U2, Radiohead, Kylie Minogue, Avril Lavigne, los Guns N' Roses, Rihanna, Muse o Coldplay.
Cada año, un millón de personas asisten a alguno de los conciertos, según los datos de la empresa que lo gestiona.
Solo para 2017, el estadio tiene programados shows de Lady Gaga, Kiss, Take That, Kings Of Leon, Céline Dion, Radiohead, Linkin Park, Blink-182 y Neil Diamond, entre otros.
En 2016, el Manchester Arena fue el cuarto estadio cerrado que más entradas vendió en el mundo, por detrás del O2 Arena de Londres y del Madison Square Garden de Nueva York.
Uno de los estadios más modernos de Europa
Con capacidad para 21.000 personas (3.000 más que el Palau Sant Jordi de Barcelona y que el WiZink Center de Madrid), es uno de los estadios más modernos y más grandes de Europa.
El primero que se construyó siguiendo el modelo de asientos 360 grados y uno de los primeros que se concibió cubierto.
El estadio ha escrito una página negra en la ciudad de la que brota la música. Es el segundo peor atentado que vive el país desde las explosiones en el transporte público de Londres en 2005.