Los cuerpos del verano

Hace poco menos de una semana repasábamos los clásicos de piscina, desde los niños que no paran de salpicar hasta los padres modernos. Hoy queremos hacer un pequeño repaso a los cuerpos del verano, lo que vemos durante la época de playa tanto en chicos y chicas y es que cada año se repiten los mismos modelitos. Aunque si tú eres de los que ya ha preparado su cuerpo durante el invierno y ya estás ready para la playa, tal vez te interesen los descuentos en MyProtein para no perder ni un gramo de músculo tras tanto esfuerzo. ¡Este año tu cuerpo marcará las tendencias!

La novedad, abuelas tatuadas

Por suerte o por desgracia este día ha llegado.

Hace más de 20 años que empezamos a ver como los tatuajes se ponían de moda y hoy, en pleno 2017, ya existen las abuelas tatuadas.

Tan extraño como ver a Karlos Arguiñano sin reír pero tan real como la presidencia de Trump.

Directos y directas desde la discoteca, el tiempo ha pasado y ya podemos ver esta nueva especie desfilando por nuestras playas.

Les croissants

Queridos amigos de gimnasio, todo tiene un límite.

Les croissants como cariñosamente son conocido los chicos y chicas cuyos músculos se salen de sus propios músculos, son un clásico de la playa.

Además algunos, no contentos con tener más masa muscular en un brazo que el resto de España entera en toda su vida, le dan a su piel un color naranja a base de aceites que por si no fuera suficiente, resalta más su presencia.

Los hay de todos los tamaños y géneros, de ciudad y de pueblo, de norte y de sur.

Si todavía no eres capaz de reconocerlos, puedes fijarte en sus gafas de estilo italiano o en sus diminutos bañadores.

Los bañadores son inversamente proporcionales al tamaño de los músculos.

El cuerpo de la felicidad

Como dice la canción, “se te nota en la mirada…”

¡Y es que se nota que vivís felices queridos amigos!

Allí van, sin complejos con más o menos tripita, con su periódico en la toalla y con la cervecita a una distancia prudencial.

Ellos y ellas.

Mujeres y hombres cuyo rostro y cuerpo desprenden felicidad, los que de verdad se han ganado las vacaciones y las disfrutan con una sonrisa de oreja a oreja.

Normalmente sin niños.

Paseadores compulsivos de orillas, con chanclas en la mano y el pinganillo de la radio colgando por un lado del bañador, ¡otro clásico!

El amigo flacucho

Siempre con cariño.

Todos tenemos un amigo que ha ido al gimnasio, que se pasa el día en el Burguer o que vive a base de chucherías pero nunca ha sobrepasado los 50 kilos.

Son esos cuerpos en los que ves que no hay bañador más pequeño pero que aún así, siempre sobra bañador.

Algunos dicen que es cuestión de nacimiento, otros que han intentado todo para engordar unos kilitos y otros, como los anteriores amigos, lo llevan con la mayor de las felicidades.

¡Marchando un entrecot!