Especial
¿Cómo nos han cambiado la vida las canciones del verano?
¿Te habías parado a pensarlo?
Al llegar el calor es inevitable hablar de la canción del verano ya que, sea como fuere nos rendimos a sus encantos año tras año. Para algunos no son más que temas con ritmos pegadizos de poca calidad pero, para otros son toda una forma de vida que transciende lo musical. ¿Nos influyen de verdad o son un fenómeno pasajero? ¿Sobreviviríamos sin ellas?
Nunca nadie imaginó que un nombre tan común en Andalucía traspasase tantas fronteras. Y es que Los del Río se elevaron a lo más alto en los 90 con un tema que llegaron a bailar mandatarios internacionales como el ex presidente de Estados Unidos Bill Clinton. Y a nosotros en España, nos lanzaron al baile del movimiento de las caderas, ¿os habéis parado a pensar si sabríais perrear sin su ayuda?
El año 95 nos dio esta canción que revolucionó al 70% de las mujeres de este país porque, ¿quién no conoce a una María? Este éxito fue comparable con el anuncio de la extinta Airtel en la que un inocente, Edu, felicitó la Navidad a más de medio país. ¡Ay María, qué suplicio te ha tocado aguantar desde entonces!
Si hay una canción que corresponda al verano de 2015 esa es La Gozadera. Y es que en un país en el que el reggaetón aún sonaba a gasolina o a “perrear” con esta canción pasó a ser un género de lo más aclamado. De hecho, no hay semana en la que esta categoría no esté en las listas de las más escuchadas.
Es una canción gay por excelencia y la que más armarios cerró por completo. A unas semanas del World Pride, no puede faltar en esta lista la canción que más fans LGTBI tiene. Esta sí que nos cambió la vida.
El Waka, waka de Shakira nos enseñó que no entender un idioma no es excusa para no cantar una canción. El tema étnico fue todo un éxito y nos acercó a todos a los mundos más tropicales aún por conocer.
¿Seguís pensando que las canciones del verano son absurdas y no tienen calidad? Si algo nos han enseñado todos estos años de acordes musicales en los chiringuitos a pie de playa es que nuestra vida puede dar un giro radical con las canciones del verano, ¡y lo que nos queda!