Especial
¿Qué momentazos nos regalará OT 2017?
Cuenta atrás para la nueva edición
Una pasarela de escándalo, una academia testigo de grandes momentos y unos concursantes archiconocidos es lo que nos regaló Operación Triunfo hace casi 16 años.
En unos meses esas paredes volverán a cobrar vida y el reality musical más famoso de la televisión volverá a nuestras pantallas tras años de ausencia.
¿Volveremos a ver historias de amor como la de Bisbal y Chenoa en la academia? ¿Volveremos a llorar como lo hicimos con Geno?
¿Moriremos de amor con una nueva Rosa de España? No lo sabemos pero nos encantaría que se repitieran momentazos como los que recordaremos, a continuación.
Si algo se recuerda con cariño y con amor es la historia que vivieron David Bisbal y Chenoa, su Laurita como él la llamaba, en la academia. Los dos triunfitos pasaron de estar Escondidos a regalarnos grandes momentos televisivos. Pero el amor se acabó y Chenoa no dudó en ponerse el chándal para recordarnos a todos que ser famoso no está reñido con el dolor, Los ricos también lloran. Ahora la relación de ambos es cordial pero escasa y la cobra que le hizo Bisbal en el reencuentro de Barcelona ha dado mucho que hablar.
Aunque realmente esta concursante perteneció a la primera edición del reality, parece ser que a algunos no les fue suficiente y decidieron deleitarnos con su presencia en la octava edición. En realidad todos sabemos que fue puro marketing, la edición predecesora ya había perdido fuelle y nos la colaron con la excusa de que su paso por la academia había sido escaso, cuando fue una de las más queridas de su edición. De todos modos Geno nos encantó y no defraudó a nadie y sino que se lo digan a todos los que disfrutaron con los gifs de #sufrocomoGeno, ¡era TT todas las noches!
Su voz nos enamoró a todos y su ternura traspasó las pantallas de los televisores de media España. Esta inocente granadina rápidamente se ganó el apellido “de España”, como todas las grandes y nos emocionó cantando el Europe’s Living a Celebration. Todos pensábamos que íbamos a ganar Eurovisión ese año, ¡bendita Rosa! Si hasta nos parecían enternecedores sus fallos (numerosos) en las letras de las canciones, las olvidaba con mucha facilidad.
Fue durante la segunda edición del programa cuando una de las escaleras se vino abajo y con ella los concursantes. La caída fue aparatosa y los concursantes no salieron bien parados: traumatismos craneoencefálicos, brazos en cabestrillo y collarines fueron el resultado del accidente. Sin embargo, los datos de audiencia lo agradecieron y tuvieron tema para rato.
Si Mercedes Milá es Gran Hermano, Carlos Lozano es OT. El presentador nos regaló toda su energía y conexión con los concursantes aunque tras el reencuentro del año pasado ha transcendido que no era oro todo lo que relucía.
No sabemos la suerte que guardará esta nueva edición pero lo que sí sabemos es que ha cambiado de cadena más que Chabelita de novio. El cambio a Telecinco fue todo un shock aunque la cadena supo mantener el espíritu (y la audiencia) hasta su última edición. Eso de los nombres impronunciables y el cambio de presentadora no gustó nada.
Dieciséis años después seguramente muchos de estos momentos serán difíciles de reproducir pero el amor siempre vende, ¿serán los nuevos concursantes carne de reality? ¿Veremos un ganador o ganadora dramático? ¿Ganará quién más enganche a la audiencia marcándose un Belén Esteban?