Alejandro Sanz echa la casa por la ventana en el Calderón y, claro, resulta apoteósico
Lluvias de confeti, decenas de coristas y músicos, Bisbal, Juanes, Malú... ¡Más es más!
En casi tres horas —las que duró el concierto en el Vicente Calderón de Madrid con el que Alejandro Sanz conmemoró este sábado el 20º aniversario de su disco Más es más— no faltó de nada.
Ni decenas de músicos (entre otros muchos, seis solo de viento y una teclista capaz de batir el aire con un movimiento de caderas hipnótico). Ni coristas. Ni escenarios con plataformas que se prolongaban a un lado y al otro, ni el mayor número de artistas que jamás habían compartido un mismo directo del madrileño (en total, 20, con David Bisbal, Pablo Alborán y Malú a la cabeza).
¿Más? ¡Mucho más! Llovió confeti, hubo fuegos artificiales, llamaradas, juegos de luminotecnia escarlata, un coro de niños multitudinario ondeando banderas, abundancia de abrazos ante los reencuentros, sonrisas, alguna lágrima, más sonrisas, más abrazos, un pedestal que elevó a Alejandro Sanz, convertido en un semidios de aspecto modesto (iba discreto, de negro) unos metros por encima del suelo del Calderón...
"No se me ocurre mejor plan para los próximos 20 años que cantar para ustedes", fue su saludo cariñoso antes de recordar que en ese Vicente Calderón había visto tocar años atrás, cuando aún no era conocido, a los Rolling Stones.
"Nunca dejen de soñar", pidió. Poco después homenajeaba al Vicente Calderón, ya que su concierto iba a ser el último que el estadio acogerá antes de que desaparezca.
No se me ocurre mejor plan para los próximos 20 años que cantar para ustedes
Enfrente, 50.000 personas (el equivalente a toda la población de Ibiza ciudad o de Segovia) y varias generaciones que aplaudían, cantaban, coreaban, se enjuaban los ojos o grababan los movimientos de Alejandro Sanz o de los invitados (todos premium) que aparecían por sorpresa, cada vez por una parte de la tarima (a estas horas el aluvión de videos y fotos en las redes han convertido el hashtag #Masesmas en trending topic).
¿Lo mejor? Posiblemente la invasión de invitados que regalaron duetos y tríos aportando nuevos dejes (o, simplemente, tono de fiesta) a los temas que el auditorio había escuchado en su casa cientos de veces.Y que transformó a Alejandro en una especie de anfitrión cómodo y laureado.
Uno de los duetos que provocó que un mayor número de móviles se pusieran en marcha fue el de Malú interpretando Aprendiz. Pero después llegó Pablo Alborán y un medley donde brilló El alma al aire. O Miguel Poveda y Cristina Portas en Siempre es de noche. O Juanes y su Quisiera ser. Y Pastora Soler y Si ha Dios.
Y aquello no daba ni un respiro, porque aún faltaban, entre otros muchos, el Corazón partío con la guitarra soberbia de Vicente Amigo. Y, por supuesto, David Bisbal (Y si fuera ella), otro de los más aplaudidos. O la presencia mágica de India Martínez (Amiga mía), cuya mirada traspasaba las pantallas apostados a los lados del escenario.
Aunque no contó con invitado popular; Looking for paradise y su grupo de niños con banderas resultaron uno de los momentos más divertidos de la noche. Pero, sobre todo, deslumbró Niña Pastori , que apasionó con hondura y desgarro el tema Cuando nadie me ve. Hasta Alejandro no pudo evitar que sus ojos brillaran más de la cuenta.
El mejor momento, según nuestros locutores
También fue para muchos de nuestros locutores uno de esos instantes para guardar para el recuerdo:
"En el Templo,en el Vicente Calderón, Alejandro Sanz ha vuelto a ser "El Artista". Con tantos momentos es difícil elegir uno, pero los instantes con Niña Pastori han sido únicos ¡Magia! ¡Y eso se nota!", ha opinado Dani Moreno 'El Gallo'.
"Cuántas emociones sobre el escenario, con tantos amigos y esa admiración que traspasa!!! Maravilloso el concierto #masesmas de @alejandrosanz con momentazos únicos, como ver sobre el escenario a Alejandro y a Pablo Alborán. Mi momento favorito, la actuación de la Niña Pastori. Qué miradas, qué palabras y qué gestos se han regalado! Muy emocionante!", ha escrito Cristina Boscá, de Anda Ya!
Nuestro locutor Tony Aguilar vibró desde las gradas. "Era necesario. El Calderón no ha podido tener una mejor despedida musical. La magia de San Juan entregada a la música. El jefe sigue siendo el jefe, nunca ha dejado de serlo, y Más es más ya es parte de la historia musical de este país. Un nuevo capítulo escrito por el maestro. Enhorabuena, querido amigo Alejandro. Nuestros caminos empezaron a la vez hace casi 30 y espero seguir a tu lado, apoyando tu carrera, por muchos más, hermano".
Para nuestro compañero Alberto García Esteban, productor de Anda Ya!, lo de Alejandro fue, sin duda, "histórico".
"Un concierto histórico. De esos que disfrutas desde el minuto uno hasta el último acorde. De esos que, con el paso del tiempo, podremos decir: "pues yo estuve allí... ¡y estaban todos!". ¡¡¡VAYA SHOW!!!", resume.
La unión de generaciones en un concierto único por muchas razones es lo que ha destacado nuestra compañera Cristina Regatero:
"Lo viví de una manera muy especial porque además de celebrar el 20 aniversario del disco Más es más, era el último evento que albergaría el Vicente Calderón.
Reí, bailé y sobre todo, me emocioné. El momento más especial fue cuando Alejandro Sanz y Niña Pastori cantaron Cuando Nadie Me ve y ella se saltó lo establecido para bajar de la plataforma y abrazar a su amigo, que no pudo evitar echar alguna lágrima porque su Cai estaba presente en ella.
En general, ver al artista que cambió la historia del pop en España y que consiguió unir anoche a varias generaciones con su voz y sus letras fue todo un privilegio y no puedo sentir otra cosa más que admiración".