Descubriendo manga: 'Sun Ken Rock'
Mafia coreana, sangre, chicha y limoná...
Hoy os traemos un manga de calidad, que por 'h' o por 'b' no ha salido todavía de Japón, pero cuenta con todos los ingredientes para convertirse en un favorito de sus lectores. Hablamos de Sun Ken Rock, un seinen dedicado a un público adulto, en el que no se escatima en violencia y escenas subidas de tono.
Sun Ken Rock nos pone en la piel de Ken Kitano, un adolescente japonés que soñaba con convertirse en policía y ayudar a la gente cuando era niño, pero la pérdida de su familia truncó esas aspiraciones.
Ken, enamorado de una compañera de clase llamada Yumin, le declara su amor, pero ella lo rechaza porque quiere irse a Corea a convertirse en policía como era su aspiración también.
Un año después, ve en los periódicos que ella ha logrado su sueño, con lo que decide abandonar el instituto y viajar hacia Corea para convertirse en una persona de bien y conseguir que la chica se enamore de él.
Tras un año viviendo en un cuchitril y sin ningún logro que mostrar, una pequeña banda se fija en Ken, acabando como su jefe y empezando a construir uno de los mayores imperios mafiosos de Corea.
La historia a partir de ahí nos enseña cómo, de no tener casi ni para vivir, la banda de Ken se convierte algo gigantesco, pero para mantener las apariencias con Yumin le dice que trabaja en una empresa de desarrollo de videojuegos, aunque ella sospecha que algo no cuadra.
Ken se conforma con tener un trabajo y un sueldo modesto, pero la banda va creciendo tanto en importancia como en miembros, pese a que el núcleo de la historia lo componen un grupo reducido de personajes, como el anterior líder de la banda Tae-Soo, Pickaxe (por usar de arma un pico), Marin o Do-Heung.
A lo largo de la narración vemos el lado oscuro de la sociedad, la intrahistoria dentro de otras bandas, un mundo corrupto y violento, todo en pos de la búsqueda de poder, contrastando así con la manera de hacer las cosas de Ken, que pese a formar parte de una banda sigue haciendo las cosas con honor.
Sun Ken Rock cuenta con momentos de acción, drama y humor, en una mezcla que te hace devorar las páginas sin parar. Como todo manga, lo primero que nos entra por los ojos es el dibujo, y aquí hemos de decir que su autor, Boichi, ha realizado un trabajo brutal.
La mayoría del tiempo el diseño es realista a más no poder, pero en ciertos momentos de relajación o humor, el dibujo se caricaturiza y nos muestra a los personajes con otro estilo de dibujo más infantil. La mezcla de estilos funciona de maravilla, y no rompe la seriedad del resto de situaciones.
Los escenarios están ambientados en localizaciones reales de Corea del Sur, para lo que el autor realizó viajes de documentación. Desde los edificios, al estilo de vida o la gastronomía, todo tiene su base en la realidad.
En cuanto a las numerosas escenas de combate, (porque en este manga hay multitud de encuentros que no se resuelven con armas pese a que es lo que vendría a la mente en asuntos de mafias), la calidad de estas resalta desde los primeros tomos, y va creciendo conforme avanza la trama.
Sun Ken Rock es un manga atípico, que destaca por todos sus personajes, pero es al fin y al cabo la historia de Ken, un joven justo y leal a sus principios que acaba en un mundo que no esperaba, pero que pasa grandes pruebas para convertirse en un gran líder. Y esta forma de llevar la banda es la que hace que la gente que se encuentra lo siga sin contemplaciones, y a que se gane el respeto de sus enemigos.
El manga acabó el año pasado, tras diez en publicación y con 25 tomos a sus espaldas, y aquí seguimos esperando a que una editorial se haga con la licencia y la veamos algún día por España.