Especial
21 años de la muerte de Lady Di: un icono de la cultura pop
La Princesa de Gales amaba la moda, inspiró canciones o ha sido musa cinematográfica
Hace veintiún años, el 31 de agosto de 1997, la princesa Diana de Gales moría en un trágico accidente de tráfico en París.
Más de dos décadas después, Lady Di sigue siendo un icono y un referente de la cultura pop. El luto que se vivió en Reino Unido y en el resto del mundo tras su fallecimiento puso de manifiesto que Diana ha sido (y es) una de las princesas más queridas de la historia de la monarquía.
Divorciada del príncipe Carlos, Lady Di falleció junto a su nueva pareja, el productor de cine egipcio Dodi Al Fayed, a los 36 años. A pesar de su juventud, Diana se convirtió en una de las mujeres más perseguidas y admiradas por la sociedad.
El cariño que la gente sentía hacia ella hizo que la definiesen como "la princesa del pueblo" (apodo puesto por el ministro Tony Blair), un título más que merecido a juzgar por su labor social y su cercanía con el pueblo.
Diana, fuente de inspiración musical
El día de su funeral, celebrado en la abadía de Westminster con 2.000 invitados, Elton John interpretó el tema Candle in the wind, uno de los muchos homenajes que Diana ha recibido del mundo del pop.
Pero no sólo ha sido Elton John quién ha tenido como musa a Diana. El pianista Richard Clayderman también compuso una canción en honor a la princesa.
Lady Di, musa cinematográfica
Además de en la música, la figura de Lady Di también ha sido objeto protagonista en varias obras cinematográficas. Diana, reina de corazones (1998); La reina (2006); el documental Unlawful Killing (2011) o la película Diana: la princesa del pueblo (2013) son las producciones que han girado en torno a su figura.
Naomi Watts encarna a Lady Di en la última película sobre ella y es la propia actriz quien afirmó que se dejó "seducir por un personaje tan fascinante".
La Princesa de Gales, icono de la moda
Numerosos diseñadores han afirmado que el estilo de Lady Di era único y diferente. Tom Ford llegó a decir que "Diana poseía algo más que estilo. Poseía una fuerza interna que la hacía brillar. Esta cualidad trascendía a la moda".
Uno de los vestidos más recordados es el que lució en su boda, diseñado por David y Elizabeth Emanuel con mangas abullonadas, inspiración victoriana, más de diez mil perlas bordadas y una cola casi ocho metros de largo.
El fotógrafo Mario Testino dijo que Lady Di era una mezcla de belleza, glamour y nobleza". Quizá por ello se convirtió en musa de Versace o en un referente de estilo con cada prenda que llevaba.
Sus bolsos, sus chaquetas, su peinado... Todo en ella se convirtió en símbolos de estilo, en ejemplos que la sociedad seguía intentando imitar a su princesa.
Su labor humanitaria, signo de la cercanía y humanidad de Diana
No importaba ser princesa, lo importante era el pueblo. Diana de Gales se convirtió en una de las mujeres más comprometidas con los más necesitados, más cercanas al pueblo y más conscientes con las lacras de la sociedad.
Esta característica también hizo que la gente la quisiese aún más, que la respetasen y la admirasen hasta límites insospechados.
Literatura, entorno social, periodistas...
Los documentales, biopics, biografías autorizadas (y otras no autorizadas) o las declaraciones sobre su persona han sido el pan de cada día desde que Diana se convirtiese en uno de los personajes más famosos de todo el mundo.
Ha sido objeto de numerosas obras literarias y precisamente es el interés que se tenía por su figura lo que hizo que los paparazzis nunca dejasen de perseguirla. Seguirla y fotografiarla hasta el acoso.
Además, sus historias de amor y su entorno social fueron factores determinantes para convertirse en una auténtica reina. Lady Di era amiga de la gente más famosa de aquel entonces, cada aparición pública que hacía era una historia en sí misma y sus romances fueron los más comentados de aquel tiempo.
Incluso hoy en día, veinteún años después de su fallecimiento, Lady Di sigue siendo un nombre que casi diariamente da titulares y noticias. Esta es una de las prueba más evidente de que Diana de Gales nunca pasará al olvido.