UNOde50: “Alejandro Sanz regala nuestras joyas ahí donde va”
Malú y Leiva también son fans, nos lo cuenta su alma mater
A estas alturas debe haber poca gente en España que no haya oído hablar de UNOde50, una firma de joyería con un estilo diferenciado que transmite un espíritu juvenil y rebelde al margen de convencionalismos.
Su creador es José Azulay, un melillense de 64 años que posee una pasión y un optimismo que ya quisieran tener muchos jóvenes de hoy en día. Y esa filosofía que le caracteriza es la que transmite en sus diseños.
Acaba de publicar un libro en el que cuenta su historia desde que comenzó a trastear en las tiendas que tenía su padre en el bazar de su ciudad hasta el día de hoy en el que se ha convertido en uno de los empresarios de joyería española más reconocido en el mundo entero.
Un estatus que muchos querrían y que él asume con humildad y con trabajo, porque le cuesta delegar y controla cada aspecto de su empresa que da trabajo a casi un millar de personas, muchos de ellos jóvenes y mujeres.
“Es premeditado porque UNOde50 tiene un estilo muy marcado y no es fácil de coger porque lo he creado yo y le pongo toda mi vida y filosofía. Es característico y mi gente, al ser joven, puedo formarla en esa estética”, asegura, “me resulta más fácil con gente que está empezando que con gente que ya tiene un estilo más marcado”.
Un estilo que tiene un ADN 100% español porque toda la producción se hace aquí (aunque sea menos rentable) y que ha calado en gente como Alejandro Sanz, Malú o Leiva.
Azulay nos ha permitido charlar con él para conocer qué se esconde tras una firma que ha sabido diferenciarse. Conocerle a él es conocer a sus joyas.
Su equipo estará encantado con este libro por el protagonismo que les da. Podríamos decir que es usted el jefe perfecto, ¿no?
El jefe perfecto no existe (risas). Siempre habrá alguien que no esté de acuerdo con la gestión que uno hace pero procuro que la gente esté feliz en la empresa y que venga con alegría a trabajar, esa es mi intención.
LOS ORÍGENES
Su historia comienza siendo sólo un niño que pasaba los ratos en la trastienda de los locales que tenía su padre en el bazar de Melilla.
Aquello le gustaba pero le hacía falta más. “Yo tenía mucha ilusión y muchas ganas de vivir y Melilla se quedaba muy pequeño para lo que yo soñaba”, explica.
Un buen día decidió irse a Madrid y crear una empresa de relojes y siendo un veinteañero viajó a Hong Kong sin saber inglés, pero con mucha ilusión para encontrar quien se los fabricara. ¿Era usted un inconsciente, un idealista o un genio?
Yo creo que era un chico con mucha ilusión que confiaba en sí mismo más de lo que tenía que confiar. Es la inconsciencia, pero no me arrepiento. Era lo que tenía que hacer.
Todos los expertos me desaconsejaban meterme en esto porque era difícil competir con las multinacionales y más para un inexperto como yo. Pero sabía que lo tenía que hacer.
Los relojes le dieron sus primeras grandes alegrías, ¿es usted de los que colecciona relojes y lleva uno cada día o simplemente le gusta diseñarlos?
Diseño relojes ahora para UNOde50 y tengo dos o tres modelos y me los voy cambiando porque me encantan. Como los diseño yo estoy enamorado de ellos y soy feliz llevándolos.
Aunque UNOde50 no fue una idea suya, sí lo ha convertido en un proyecto personal. ¿No se está tirando de los pelos la mujer que le vendió su empresa?
Todo tiene un momento. Esa empresa era muy difícil desarrollarla y cuando la compré yo ya tenía experiencia con los relojes. Además, había que hacer una inversión muy fuerte.
Le di una creatividad muy personal, mía, que transmite emociones, positividad, alegría… tiene ese alma que yo le pongo y era difícil sacarlo adelante.
Cuando se metió en este proyecto ya triunfaba con los relojes, tenía dinero, era joven… ¿No se planteó dejarse de líos y vivir la vida?
Me planteé vivir la vida pero para mí eso era disfrutar el día a día con lo que haces. El día es muy largo y para mí vivir la vida significa que cuando vayas al trabajo estés a gusto con lo que haces, te entregues con pasión y yo estaba buscando algo que me llenara.
Creo que vivo la vida plenamente porque diseño, hago lo que más me gusta y no lo cambio por ningún yate, ni avión privado… lo que hago es lo que me hace sentir vivo y me da esta alegría interior que tengo.
EL MUNDO CELEBRITERO
No sólo no se dedicó a la vida de niño rico (como muchos otros) sino que se volcó en desarrollar una firma que se ha convertido en la marca española de joyería con más presencia en el mundo con tiendas propias en las calles más exclusivas de Nueva York, París, Milán, Londres, Barcelona, Tokio, Los Ángeles, Roma y Madrid, entre muchas otras.
Aunque su objetivo, aparte de la expansión es conseguir que todo el mundo conozca UNOde50, en España ya puede presumir de tener muchos adeptos famosos y, muchos de ellos, dedicados a la música.
¿Qué música se escucha en su estudio de diseño?
A mí me gusta mucho la música española, escucho mucho pop español y cuando estamos diseñando siempre ponemos música en el taller. Y en mi casa, también, me pongo los cascos.
Me gusta mucho Alejandro Sanz, Malú…ese tipo de cantantes. Acabo de estar en el concierto de un mexicano que es amigo mío y que me encantó que se llama Carlos Rivera. Me encanta, tiene una voz que… pocas voces he visto así.
Me gusta mucho Leiva…
¿Le gusta Leiva?... No le pega mucho…
Sí, no me pega pero me gusta mucho y me gusta también Taburete que tampoco me pega, son muy jovencitos.
A Leiva le gusta mucho UNOde50 aunque no le pegue.
Bueno, a él si le pega. Es muy de joyas con ese espíritu rebelde y poco convencional que tiene usted. ¿Le ha visto con alguna de sus joyas?
Sí, en una revista, en 5 o 6 páginas iba con joyas de UNOde50. Le gustan mucho y Malú siempre que sale lo hace con nuestras joyas, es una apasionada. Alejandro Sanz regala nuestras joyas ahí donde va, siempre que hay algo. Hay mucha gente del mundo de la música a la que le gusta mucho UNOde50.
¿Y los conoce personalmente, a Leiva, Alejandro Sanz, Malú…?
No, a ellos no, pero estuve cenando, no hace mucho, con Niña Pastori, que me gusta mucho también, canta muy bien…buena gente de Cádiz.
En cuanto a la imagen y la publicidad, uno de sus primeros fichajes fue Jon Kortajarena cuando todavía no era conocido, ¿qué vio en él?
Cuando me lancé al mundo de la publicidad tenía una agencia de comunicación, Sara Opic, y hacíamos la imagen de la campaña. Ella me llevaba los casting y me aconsejó a Jon Kortajarena, me dijo ‘este es la bomba’ y le contesté: ‘Si tú lo dices, será la bomba’. Ya lo dijo ella, ‘verás como con el tiempo se va a convertir en alguien importante’. La hice caso y lo contratamos, entonces no lo conocía nadie y ahora es uno de los modelos más cotizados internacionalmente.
Si hablamos de gente famosa, ¿quién cree que podría defender bien sus diseños a día de hoy?
A nivel internacional hay una modelo que me gusta mucho por su espíritu cañero, un poco independiente que es Kate Moss, creo que puede representar perfectamente nuestra filosofía. Si tuviese que coger una embajadora, sería ella.
Hoy hay muchas influencer que tienen 100 millones de seguidores como Kendall Jenner pero a ella no la identifico con mi marca porque es una persona muy joven todavía.
Estamos detrás de contratar a Bella Hadid que creo que podría ser buena imagen de UNOde50.
Pero Kendall y Bella son muy amigas…
Sí, pero no es lo mismo. Creo que Bella se identifica más con UNOde50.
No sé si se fija en las alfombras rojas pero, ¿hay mucho convencionalismo en ellas en cuanto a joyería o ahí también se aprecia tanta tendencia como en las prendas de vestir?
No me identifico con la joyería clásica y veo que la joyería que normalmente usan en la alfombra roja es de alta joyería que es muy bonita, es muy glamurosa y va con el ese momento de alfombra pero yo hago otra cosa que no tiene que ver con todo eso.
Su joyería encajaría más que en los Oscar en una alfombra roja musical que es más innovadora y rebelde, ¿no?
Ahí encajaría perfectamente, yo estaría encantado. Nos estamos planteando desfilar en la Semana de la Moda de Madrid porque nos lo han propuesto. Creo que nuestras joyas pueden valer para cualquier situación. Sí es verdad que son más para día porque no están llenas de brillantes.
TRANSMISIÓN DE VALORES
UNOde50 no es sólo una firma de joyería más. Es el escaparate de una forma de entender la vida y el resultado de una combinación de múltiples fuentes de inspiración que tienen en común la búsqueda de la belleza y el gusto por el detalle.
Hay un concepto que utiliza en el libro que es el de ‘fan’. Existen fans de su firma, ¿cómo le hace sentir eso?
Me llena de orgullo. Digo que somos una tribu porque la gente se identifica mucho con el producto y creo que hay algo que va más allá que la propia estética del producto.
¿Qué trata de transmitir con sus diseños?
Procuro transmitir sensaciones, positividad y todo eso que rodea mi vida y creo que al final el que lo compra lo capta y se siente identificado con algo que igual no percibe pero que está ahí.
Cuando voy a un restaurante y veo a alguien que lleva algo de UNOde50 me acerco sin que sepa quién soy y le digo ‘uy, qué bonito’ y me dice, ‘ah, sí, es de UNOde50’ y me contestan con ilusión, con pasión y eso me hace sentirme feliz.
Su firma tiene una imagen muy juvenil por su ruptura con lo convencional, los materiales que trabaja, la modernidad de sus diseños, ¿es usted la prueba de que se puede mantener un espíritu joven pese al paso de los años?
Todo es filosofía de vida, mentalidad. Yo vivo el presente, el día a día, no me voy al pasado. La empresa y las personas tenemos que evolucionar y yo tengo la curiosidad para seguir aprendiendo y eso me mantiene joven.
Sin duda, uno de los valores de UNOde50 es su sello de ‘Hecho en España’ que aunque no es lo más ventajoso económicamente hablando, sí lo es desde el punto de vista ético. ¿Nunca se planteó sacar la producción fuera?
El diseño de UNOde50 tiene un ADN que se lo damos aquí, lo dirijo yo aquí personalmente, se hace artesanalmente y tiene un espíritu que si lo mando hacer en Asia perdería esa magia que tiene el producto.
Me ahorraría muchísimo dinero, porque hacerlo en China me costaría la cuarta parte de lo que me cuesta hacerlo aquí, pero me siento orgulloso de que sea un producto 100% español que además me permite crear puestos de trabajo y eso es un orgullo.
LOS ICONOS PERSONALES
UNOde50 saca dos colecciones al año y ha logrado fidelizar a un público muy exigente que espera y analiza cada nueva pieza.
Aunque el metal plateado y el cuero son las señas de identidad, con el paso del tiempo han ido introduciendo el dorado y las piedras.
Su combinación y formas son fruto de múltiples fuentes de inspiración que mantienen al creador y su equipo observando lo que sucede en el mundo.
¿Cuál es el diseño al que le tiene más cariño?
Hay una pieza que me gusta mucho, tiene mucho carácter, tiene el sello y ADN de UNOde50 y me costó mucho realizarlo. Era muy difícil porque no se adaptaba a la muñeca porque es ancha y tiene cuero cruzado. Es el modelo Ibiza y es la más especial que he hecho y es la que más me satisface por su complejidad y lo difícil que fue diseñarla.
¿Y es la que más ha regalado?
La he regalado bastante, sí, posiblemente sea la que más he regalado.
¿Cuál ha inspirado su familia?
Cuando uno diseño todos los que tiene alrededor se hacen diseñadores, todos te dicen lo que tienes que hacer y cómo. Todos en mi familia son diseñadores, todos opinan, yo les escucho y nada… diseñar es más complicado de lo que parece. Me río, los escucho y ya está, yo a lo mío (risas).
Sus fuentes de inspiración son infinitas pero el arte contemporáneo es una de ellas. ¿Es usted coleccionista?
Es muy caro el arte, tengo alguna obra pero no soy coleccionista. Me gusta ir a los museos y verlo. Me gusta el arte porque va dentro de mi sensibilidad.
¿Cuál es la obra de arte a la que tiene más aprecio?
Hay una obra de Tàpies que me gusta mucho. Me gustan mucho los pintores, escultores o arquitectos o cualquiera que tenga que ver con el arte que tenga una obra que se identifique claramente. Cuando vemos una obra de Miró, Saura, Tàpies… sabemos que es suya porque son muy reconocibles, como Gaudí y eso es lo que he buscado siempre con mis diseños.
EL FUTURO
Ha llegado más lejos de lo que nunca pudo haber imaginado y en tan sólo dos décadas pero no le ha puesto techo a su empresa y todavía hay mucho por hacer.
Su carrera ha sido una constante búsqueda de un paso más que dar, ¿el siguiente será la decoración?
A nuestras tiendas trato de darles nuestra personalidad y también intervengo en el diseño de los muebles.
Ya diseña piezas para sus tiendas, ¿las comercializará?
No, no nos dedicamos a eso.
En esas tiendas que tiene por medio mundo también encontramos mobiliario que compra en el Rastro de Madrid…
Me conocen todos. Me sacan, me llaman, me mandan fotos. Cuando ven algo que piensan que me puede ir porque saben lo que me gusta, me llaman y busco cosas curiosas.
Busco butacas que luego mando a Nueva York o París o Londres, pero tiene que ser algo muy especial que me diga algo. Soy feliz porque voy y empiezo a revolver, me gusta.
Sus tres hijos se han sumado a su equipo, ¿era su sueño tener una empresa familiar?
Sí, la verdad es que es un sueño que se me ha hecho realidad. Tengo tres hijos a los que, por suerte para mí, les gusta esta empresa. Dos están en la oficina de Nueva York y otra, aquí, en Madrid. El futuro dirá.
Cristina Zavala
Periodista enamorada de todo el entretenimiento. Enganchada a la tele, los libros, los últimos lanzamientos...