Los millones que se engancharon a ‘Los pilares de la tierra’ están de enhorabuena

Ridley Scott decidió en su día coproducir en la pequeña pantalla la saga de Los pilares de la tierra. Y él sabe de esto y vio que había razones para embarcarse en este proyecto.

La historia que se escondía detrás ya había enamorado a millones de personas que estaban deseando disfrutarla en imágenes.

Han pasado 10 años desde que Ken Follet publicó la segunda parte, Un mundo sin fin, y ha sido el tiempo que hemos tenido que esperar para tener en las manos la tercera parte, Una columna de fuego.

La ciudad de Kingsbridge (ficticia) vuelve a bullir, en esta ocasión con las guerras de religión de fondo y el primer servicio de espionaje de Inglaterra creado por su reina Isabel I.

“Leí en algún aparte que la reina Isabel I creó el primer servicio secreto inglés. Eso me intrigó y leí varios libros sobre espías y agentes secretos en el siglo XVI. Estaba seguro de que podría ser la base de una novela emocionante”, explica Follet.

Esta nueva entrega nos traslada al siglo XVI y, además de un contexto histórico que nos hará entender cómo se vivía en aquella época tenemos entre manos una historia de amor a lo Romeo y Julieta, en este caso, con enamorados separados por los distintos bandos religiosos.

Pero Kingsbridge no es el único escenario. También los hay reales y uno de ellos es Sevilla que cobra especial protagonismo gracias a Felipe II.

“Fui a Escocia para visitar Loch Leven, la prisión de la que se escapó María Estuardo; a Bélgica para ver Amberes, el centro bancario del mundo occidental en aquella época; a España para conocer Sevilla, la ciudad más rica de España, y a París porque era la sede de los que conspiraron para asesinar a la reina Isabel”, asegura, dejando claro que esta novela le ha hecho viajar.

No es la primera vez que Follet se fija en nuestro país. En la primera entrega ya había una peregrinación a Santiago de Compostela.

La historia convertida en best-seller

Fue en 1989 cuando Follet publicó Los pilares de la tierra, una historia por la que no apostaba todo el mundo.

“Fue todo un logro escribir una novela sobre un tema relativamente poco prometedor como la construcción de una catedral en la Edad Media y convertirlo en un número uno internacional”, dice su autor.

Hasta ahora, se han vendido 26 millones de ese libro en todo mundo, 6 de ellos en nuestro país. Hay peli e incluso, videojuego.

Para que luego digan que la novela histórica no interesa. Este lanzamiento, que será el protagonista literario de este otoño, demuestra todo lo contrario.