Es momento de comprar Destiny 2
Cualquier otra actividad de tu agenda puede esperar.
El momento es “ahora”. Hay que coger esto cuando está calentito, cuando todo el mundo está subiendo de nivel y la galaxia del juego de Bungie es terreno desconocido.
La segunda parte de uno de los juegos más importantes y vendidos de la historia irrumpe en un mes de septiembre aburrido para PS4 y Xbox One.
A partir de este momento, todo el mundo suelta sus 60 euros y se pone a decidir rápidamente de qué raza va a ser su personaje y demás detalles de ‘look’ como facciones del rostro, cabello y demás pintadas (aunque el personaje vaya a llevar casco el 95% de la aventura).
Con todo elegido, se inicia la primera misión de Destiny 2; la que te pone en situación y te deja ver qué clase de juego tienes delante. Prepárate para flipar porque la primera hora de juego de Destiny 2 se “orina” sobre cualquier compañero de género que intente sacar pecho y competir.
El despliegue gráfico del primer acto de Destiny 2 difícilmente tiene rival. Sólo el primer movimiento de cámara, la primera vista del personaje en un planeta invadido y en llamas te hace preguntarte: “¿esto va a ser todo así?”. Evidentemente, la respuesta es “no”, ese ritmo de soberbia gráfica no es aguantable, así que llegarán altibajos, pero cierto es que Destiny 2 presenta uno de los apartados gráficos más atractivos que podéis encontrar en la actual generación.
Los que jugaron a la primera entrega tienen medio análisis ganado ya, porque este Destiny 2 no pierde el tiempo innovando. Mantiene el estilo de juego tradicional que todos conocemos de Bundie desde tiempos de Halo. Un shooter llevado a puntos plataformeros gracias a los dobles y triples saltos de los personajes.
Una aventura grande, pero muy guiada, en la que nadie debería perderse (siempre habrá una flechita indicando el lugar a visitar). Y difícil, pero no imposible. Es perfectamente abordable para un solo jugador y será prácticamente un paseo cuando consigáis formar una cuadrilla en condiciones para ir tumbando enemigos.
Lo bueno de estos juegos y de Destiny en particular, es que nunca termina. Sí, te lo puedes acabar en 15 horitas y pasar página; pero el componente multijugador online le da ese punto de frescura que hace que las misiones parezcan diferentes cuando se vuelven a jugar. Además de los centenares de armas que caerán en vuestras manos y de las diferentes razas con sus particularidades en los mapas de habilidades que tenéis para mejorar.
Con estos juegos no hay que esperar. Destiny 2 es uno de esos juegos que hay que tomar todavía efervescente, cuando todo el mundo está buscando compañeros para pasear y re-pasear los planetas de su carta astral. Además, siempre quedará “El Crisol” donde podréis entrar con vuestro personaje (tal y como lo tengáis) a plantar cara a todo el que pase por allí.
Destiny 2 pide “los 60” euros reglamentarios, que se irán ampliando conforme Activision ofrezca contenido descargable; pero si tienes en cuenta el tiempo que puede aguantar el disco en la consola, bien pagados están.