A gritos con Isidora en la broma de San Bernardino

La víctima de la broma pierde los nervios y acaba diciendo cositas poco finas

Imagínate que te llaman y no entiendes nada. Que te contesta una señora que no se entera pero claro, tampoco la vas a colgar porque te da pena... Te desesperas pero no sabes qué hacer... ¿Acabarías gritando?

Eso le ha pasado a la víctima de la broma...Ella se vuelve loca y no deja de gritar y de decir cositas poco finas. ¡Escúchala porque no tiene desperdicio!