Esta es la experiencia más humillante que vivió Jennifer Lawrence para obtener un papel
El 'caso Weinstein' ha animado a numerosas actrices a desvelar otros abusos
El caso de Harvey Weinstein, bombardeado por las denuncias de actrices célebres que lo acusan de abusos, ha destapado otras experiencias vergonzosas que se dan en la meca del cine.
Bajo el hashtag #MeToo, son muchas las que se están animando a contar sus historias (relacionadas con el magnate cinematográfico, o no).
Una de ellas es Jennifer Lawrence, quien ya expresó hace unos días su apoyo a las afectadas "por las grotescas acciones" de Weinstein, que ella, afortunadamente, no padeció.
"Las noticias me dejan perturbada. Trabajé con él hace cinco años y no experimenté ningún tipo de acoso, tampoco supe de otras personas que sí. Este tipo de abusos son inexcusables y absolutamente reprobables...", escribió.
Esta semana, aprovechando su participación en un evento de la revista Elle, la actriz ha compartido otras vivencias "degradantes" y "humillantes" por las que sí ha tenido que pasar en Hollywood.
La peor está protagonizada por un casting en el que los productores le pidieron que perdiera peso.
"Una chica que iba delante había sido despedida por no haber adelgazado suficientemente rápido y, durante este tiempo, una mujer productora me hizo estar en una fila con otras cinco mujeres, todas desnudas, mucho más delgadas que yo. Y ahí estuvimos una detrás de otra con solo una cinta adhesiva para cubrir nuestras partes íntimas".
"Después de aquella fila de humillación, la mujer responsable de producción me dijo que debería usar mis fotos desnuda para inspirarme para hacer dieta".
Pero la cosa no termina ahí. Al comentarle lo sucedido a otro productor, la respuesta de este fue: "No entiendo porque todos creen que estás gorda. Yo te veo perfectamente follable".
Lo permití porque...
"Permití que me trataran así porque sentía que tenía que hacerlo por mi carrera", argumenta después Jennifer, "era joven (...). No quería ser una chivata, no quería que estas historias vergonzosas aparecieran en una revista, lo que quería era una carrera".
Con su habitual sinceridad, la actriz también admitió que su trabajo en Los juegos de hambre, que la había convertido en un "estrella de cine", había cambiado todo eso y ya podía decir "no".
Sin embargo, afianzó su compromiso para servir de altavoz de todos los que no tenían la misma suerte.