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Assassin’s Creed sigue siendo lo mejor de la navidad
Larga espera pero ha merecido la pena
Una de las cosas que más he valorado siempre desde que PS3 entró a mi vida es ese momento pre-navideño compartido con mi “Assessino” y fue duro saber que iba a tener que esperar más.
Hoy puedo decir que la espera ha valido la pena y que vuelvo a ser un hombre “completo”, y todo en la misma frase.
Como ya sabéis, Assassin’s Creed Origins se lleva la historia a Egipto y os pondrá en la piel de Bayek; un Medjay, protector del pueblo, que se verá en medio de una lucha de poder entre el faraón, Ptolomeo XIII y su hermana, Cleopatra. Por otro lado, estará presente también la amenaza de una posible invasión de Imperio Romano.
Bayek empezará su viaje como un acto de venganza por el asesinato de su hijo, y acabará envuelto en la historia de Egipto para convertirse en uno de los primeros “Asesinos” de la historia.
¡Y ya está! No quiero más… dame un mando y déjame jugar porque Assassin’s Creed Origins tiene el mundo abierto más completo que ha lleva Ubisoft jamás a una consola y es una maldita delicia perderse por Siwa o Alejandría y dejarse llevar por lo que acontece en esas tierras.
Primero y principal; el águila, Senu. Es el principal y mejor compañero de Bayek. De la sincronización de Bayek con el entorno a través de las atalayas dependerá la vista del águila, y de la vista del águila dependerá lo rápido y fácil que encontremos todos los puntos de interés dentro de un campamento, desde enemigos hasta objetivos.
Es importante porque en “Origins” hay un “cambio de altura”. Las estructuras se expanden en el plano horizontal pero no es tan habitual encontrar alturas desde las que otear el campamento. Las bases enemigas y demás templos y lugares de interés tienen grandes murallas que impiden que Bayek pueda jugar solo esta batalla.
Con la ayuda de Senu, Bayek podrá adivinar donde están los objetivos e identificar las amenazas para poder trazar un plan de asalto, robo o de lo que se preste en cada momento.
Dicho esto, podemos hablar del funcionamiento de Origins.
Tal y como nos tiene acostumbrados la franquicia, empezareis desde cero, con nociones simples de combate, sin la daga escondida y sin apenas habilidades. Conforme ganéis experiencia, subiréis de nivel y ganareis puntos de habilidad que podréis canjear en un enorme árbol que tiene tres direcciones claras; 'cazador', si os va mucho el juego con arco), 'guerrero', si lo que queréis es ser fuertes en el cara a cara y no os importa que suenen las alarmas y 'vidente', que busca el beneficio a través del dinero y el mercado y potencia el daño con habilidades menos claras, como el veneno o el fuego.
Además, el equipo de Bayek, que es muy precario en sus primeros pasos, deberá ser mejorado para estar a la altura de la aventura. La subida de nivel ayuda, porque pone la barra de vida a tono, para si no mejoramos la daga oculta, por ejemplo, los asesinatos por la espalda pueden fallar y meternos en un verdadero aprieto. Lo mismo para los petos que nos protegen o la cantidad de flechas u objetos que podamos llevar.
Para estas mejoras tenemos los materiales; pieles de caza “fácil”, como las cabras o los ciervos; pieles duras como las de los hipopótamos o los cocodrilos o pieles de felinos… y los materiales como la madera o el metal, que encontraremos saqueando cofres en emplazamientos enemigos o perdidos bajo el agua entre los restos de barcos hundidos.
Además tenéis tiendas, como siempre; para mejorar vuestro arsenal o adquirir nuevo, cambiar de vestimenta o mejorar los herrajes de vuestro camello o caballo; y un pequeño mercader ambulante que os encontraréis de vez en cuando que tendrá una misión especial para vosotros todas las semanas, premiada con un objeto siempre raro de gran valor en el juego.
Si todo eso os parece poco para crecer, Ubisoft pone a vuestro servicio el comercio con “punto Helix”, para el que quiera sacar la VISA y tirar de cuenta bancaria para crear al personaje perfecto.
Por supuesto, misiones principales, que desarrollan la historia y decenas de misiones secundarias para que paséis el rato y saquéis algo del tiempo jugado; asesinatos no resueltos que han dejado un rastro de pistas para seguir, encargos de personas conocidas o exploración de zonas descubiertas en las ciudades, bajo el agua o en medio del desierto (si la vista os da para verlas tras el dibujo gaseoso del calor).
De verdad os digo que no os daréis cuenta de la cantidad de horas de juego y de la calidad del entretenimiento que tiene este Assassin’s Creed Origins para vosotros hasta que cojáis el mando y empiece a pasar el tiempo.
Y no podemos dejar pasar el nuevo techo técnico que supone este ‘Origins’. Mucho se ha dicho de Horizon, de cuan bonito es y de que el único problema que presenta es que casi todo lo que se ve no puede ser manipulado o no tiene repercusión cuando se interactua con el entorno. Pues bien, en Assassin’s Creed Origins el entorno es si cabe más detallado, más masivo y tiene interacción con el jugador.
Cuando Bayek pasa por un campo de espigas, estas se mueven y Bayek acaricia con la mano las flores. Cualquier otro césped o campo de flores se moverá cuando lo atraveseis, como las incontables palmeras de las ciudades en las que resulta imposible encontrar un patrón o un “copia/pega”.
Las texturas son una barbaridad; la madera, la piedra, la tierra, los diferentes tipos de ladrillos de las edificaciones… la forma en la que la luz repercute sobre cada uno de los materiales; es brutal ver los azulejitos pequeñitos del suelo de la librería de Alejandría a contraluz, puede verse la imperfección de la colocación en baldositas tan pequeñitas y la sombra proyectada que genera cada una de ellas en la siguiente.
El juego, además, se mueve a 30 frames por segundo estables y teóricamente a resolución 4K. Todavía estamos esperando los análisis técnicos, pero teóricamente alcanza 4K con cierto reescalado en PS4 y de forma nativa en la inminente Xbox One X.
Con una partida iniciada en PS4 PRO, no me cabe en la cabeza cuanto mejor puede llegar a verse en Xbox One X, pero, como sea un cambio significativo, me da que me va a tocar reiniciar la partida, porque el deleite visual que supone AC Origins no tiene comparación ahora mismo en el mercado.
Mención especial para el doblaje, que se antoja como el mejor visto jamás en un "Assassin's". El prota tiene la voz de Jordi Boixaderas, el actor de doblaje que pone voz a actores como Clive Owen, Daniel Craig o The Rock en nuestor país. Es el prota más "natural" que ha tenido Assassin's Creed hasta hoy. También anda por ahí Clara Lago, que hace de una cierta reina de Egipto, bastante conocidilla...
¿Me compro Assassin’s Creed Origins? Vaya pregunta… Si sólo tienes dinero para un juego este año ya puedes dejar de buscar.