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Super Mario Odyssey
Nintendo Switch ya es imprescindible
Pues sí, amigos… Con Zelda Breath of the Wild podíamos hacer la vista gorda porque teníamos la versión de Wii U para calmar el hambre, pero ahora ya no se puede “tapar el sol con un dedo”. Super Mario Odyssey ha llegado a las tiendas y, de repente, Nintendo Switch se ha convertido en una consola imprescindible.
Super Mario Odyssey es la vuelta de Mario a la exploración. Hemos recibido varios títulos de Mario desde los “Galaxy”, pero todos han sido juegos de desarrollo mucho más lineal y ya empezábamos a echar de menos el rollito Mario 64.
‘Odyssey’ tiene todo lo que cautivó el día que Nintendo 64 llegó a las tiendas; un universo enorme para explorar lleno de lunas por encontrar y secretos escondidos, ese control de respuesta perfecta que conocimos en Mario 64, con los movimientos que todos tenemos ya grabados en la memoria y un apartado gráfico fantástico que aprovecha al máximo el hardware de la nueva consola de Nintendo.
La aventura empieza con un enfrentamiento entre Mario y Bowser debido a que (Spoiler Alert!) este último quiere secuestrar a la princesa Peach. Sospechosamente vestido de chaqué blanco, el reptil parece tener en mente el sagrado sacramente del matrimonio esta vez y, afortunadamente para vosotros, consigue lanzar a Mario fuera de su nave y escapar con su nueva “prometida”.
En la caída, Mario pierde su mítica gorra roja para tener la suerte de caer en un mundo habitado por sombreros. Allí, conocerá a un sombrero con el que comparte desamor y secuestro y que se unirá al fontanero para, juntos, rescatar a sus mujeres. Este sombrero, que adopta la forma de su antigua gorra, tiene vida propia y permitirá a Mario tomar posesión de diferentes objetos y enemigos en la aventura.
Tan fácil como lanzar el sombrero contra una de esas grandes balas negras para tomar el control de la misma y poder así explotar contra un trozo de piedra que se interpone en el camino. Lo mismo con esas bolas grandes de metal que ladran atadas a un poste; lanzad el sombrero y podréis dispararlas contra lo que más rabia os de… Y así con los goombas, con las ranas saltarinas o con un largo número de participantes que darán a la aventura una nueva dimensión, más allá de la casi perfecta fórmula que era “saltar sobre los enemigos” como única herramienta.
El universo de Mario Odyssey es enorme. Dividido en mundos que ocultan “lunas”; indispensables como combustible para la 'Odyssey', vuestra “nave-sombrero” que llevará a Mario de punto a punto. Cada “mundo” viene a ser un “cuadro” de Mario 64, pero de mayores dimensiones. Habrá “lunas” muy fáciles de encontrar y otras que pedirán algo más de exploración y tiempo invertido dando vueltas por el lugar.
Además de que los mundos no tienen nada que ver entre sí a nivel visual; cada lugar tendrá siempre objetos, enemigos o mecánicas propias; ¡y tiendas!, con moneda propia (una divisa alternativa a las famosas monedas doradas) en las que podremos encontrar (por primera vez en un juego del personaje) trajes para Mario; desde un impecable atuendo de explorador, uno más bohemio, de pintor, hasta algo más veraniego como unos calzoncillos de lunares para pasear por la playa.
Gráficamente es lo que Nintendo necesita para sacar pecho. Ni más ni menos. No vamos a comprar esto con Assassin’s Creed o con Wolfenstein 2 porque no tendría ningún sentido. Super Mario Odyssey es impecable a nivel visual; no llega a funcionar a 1080p en ningún momento, pero defiende su buen look con diseños, color y efectos “Made in Nintendo” que conseguirán que nos olvidemos de los detalles técnicos para simplemente maravillarnos con un mundo único.
Cumple con ese look plástico; toda figura tiene ese "peso" y las texturas necesarias para pasar de modelado 3D a objeto "con vida". Además, el juego está plagado de pequeños detalles como que Mario pueda mojarse la ropa o que mire a los diferentes elementos del escenario cuando va caminando por el mismo. Nintendo siempre consigue algo especial y diferente que pone a sus juegos en las listas de indispensables y hace que sus consolas estén siempre entre las más vendidas.
Super Mario Odyssey es el mejor Mario que ha habido desde Mario 64, y si no decimos que es mejor que Mario 64 es porque preferimos no tocar un juego que consiguió cambiar el rumbo de la industria y con este la vida de varias generaciones de jugadores. Si no tenías una Switch, ahora ya no tienes escapatoria. La posibilidad de jugar a Super Mario Odyssey en la tele, en la comodidad del salón de tu casa o en un tren, salvando las horas de un largo viaje; hace del combo “Mario+Switch” una compra obligada.