Porta: “El trap y el reggaeton, a nivel personal, me parecen una basura”
Pero no se cierra a nada
Estados de un exAnónimo es el libro con el que Porta nos descubre las emociones que han formado parte de su vida. Tanto las buenas como las malas, porque sus 10 años de carrera han dado para todo.
“Creo que soy de los raperos que más ha tratado el tema de las emociones”, asegura y eso le valió muchas críticas al principio. Pero se mantuvo fiel a sus ideas y todo eso está ya superado.
Leyéndole, uno descubre que este chaval de 30 años tiene unos valores muy arraigados, de esos que muchos dicen que ahora carece la juventud. Él es el ejemplo de que las etiquetas no siempre funcionan.
Y aunque no sabe si su personaje durará mucho más, ahora tiene claro que ha madurado y que está abierto a nuevas experiencias y, de eso y muchas otras cosas como su aversión por el trap y el reggaeton, hemos querido charlar con él.
El hip hop siempre ha estado asociado a rebeldía, denuncia, vidas truncadas y tú, sin embargo, eres el ejemplo de equilibrio y sentido común. ¿Esto nos ayuda a comprender que las etiquetas son un error?
Las etiquetas siempre nos han hecho daño. Incluso yo me he puesto etiquetas que con el tiempo me están pasando factura.
Cuando empecé en la música se me criticó por estar en un género de protesta social y denuncia, temas que yo no trataba porque no podía hablar con 15 años de eso, eran experiencias que no conocía bien.
Yo hablo de cosas que conozco y he vivido como el amor, el desamor, el frikismo… cosas que me gustan y conozco. Siempre he intentado mantenerme fiel a mí mismo y hablar de esas cosas.
De todas formas, en esa imagen de no encajar con el hip hop está el niño bueno que pintas al que no le gusta salir de fiesta, ni beber, ni las drogas… tú sigues rompiendo estereotipos.
Siempre me he marcado por eso, ser como soy y mostrarme transparente. Y a quien no le guste, que no mire. Creo que eso me ha ayudado a tener éxito y mantener mi carrera, que mantenerla por encima de 10 años no es sencillo.
Vienes a decir que los estados de ánimo son los que determinan cada etapa de nuestra vida, ¿en cuál estás tú ahora?
La emoción más básica en mí, ahora, es la felicidad. Estoy como encima de una nube. Las cosas me van bien. Tengo una trayectoria, tengo mi trabajo, mi pareja, mis amigos…estoy en un momento muy sano para mí. Estoy en un estado de tranquilidad y calma.
Lo cierto es que mi estado actual es malo para la escritura porque no estoy tan inspirado. Los estados negativos me ayudan a contar cosas, pero ahora mismo no cambiaba por nada la felicidad.
Repites en varias ocasiones que no eres más que una persona normal y corriente, ¿de dónde viene esa necesidad de constatarlo?
Hay muchas veces que mis seguidores me escriben como si yo fuera un Dios y no me parece bien. Puedo entenderlo, que te admiren, que te vean así, pero no dejo de ser una persona como cualquier otra.
Todos tenemos trabajo, nuestro tiempo, pasamos por diferentes emociones, sentimos de la misma manera… habrá gente a la que le guste que le traten como alguien superior pero yo siempre he creído en la igualdad de todas las personas.
¿Tú no has endiosado a nadie en alguna etapa de tu vida?
No, nunca he endiosado a nadie. Sí es verdad que he tenido influencias y hay gente a la que he admirado. Quizás Eminem es la persona a la que más he endiosado pero nunca me volvería loco. Sé que es una persona normal, está a otro nivel en lo que respecta a la escritura del rap pero no me hubiese vuelto loco.
Sí que es verdad que cuando eres más joven tiendes a idealizar a las personas pero ya, como persona madura, puedo entenderlo pero me gusta recalcar que no soy tan diferente a ellos.
Leyéndote, uno llega a la conclusión de que te quieres y crees en ti, ¿eso ha sido siempre así o es fruto del aprendizaje?
Siempre ha sido así. Cuando iba al colegio, si un examen me había ido mal, yo pensaba que me había ido bien y era totalmente positivo aunque luego suspendiera.
Yo siempre he creído mucho en mí. Cuando jugaba al balonmano, estuve en el Barça, en la selección catalana, y soy un tío exigente, perfeccionista, que va a por todas, no me gustan las cosas a medias.
Es muy importante quererse a uno mismo para no enfrentarse a las cosas con miedo.
Toda esa confianza que tienes en ti no es igual con los demás. ¿De dónde viene tu desconfianza?
Imagino que de esas veces en las que te han fallado en la vida, amigos, relaciones… A mí se me ha catalogado de ‘pensamiento antiguo’ porque siempre he sido un tío de relaciones serias y largas, no me voy con la primera tía que aparece. Me gusta conocer a la persona y para mí es para toda la vida. No tengo el pensamiento de ‘lo que dure y ya está’. Cuando empiezo algo pienso que es para toda la vida. Hay veces que me he equivocado y se crea esa desconfianza.
Dejas claro que si te caes, te levantas. ¿Cuál ha sido tu mayor caída?
Al margen de cuando he perdido seres queridos, uno de los momentos más duros de mis últimos seis años fue cuando perdí, por una enfermedad repentina, a mi perro.
Sé que hay quien no pueda entenderlo pero, para mí, mi perro era mi familia, era quien estaba conmigo día sí y día no. Me daba un amor incondicional totalmente desinteresado. Fue en 2013 y fue muy duro. No tienes ganas de hacer nada, ni de escribir, ni de estar con tus amigos…
El 'vendido' del rap
Cuando tenía 16 años y Porta decidió debutar en el género que le apasionaba, el rap, no se podía imaginar que de esa cultura, precisamente, recibiría las críticas más duras. Le tacharon de 'vendido', una etiqueta que nunca logró entender.
Nos cuentas tu historia en la música y llegas a decir que te ha dado mucho pero también que te ha quitado mucho, ¿cuál ha sido el mayor sacrificio que has tenido que hacer por ella?
El perder la intimidad. Que absolutamente todo lo que hagas se juzgue y se valore, aunque haya un total desconocimiento. También el perder amigos. Malentendidos que te hacen perder amigos que a lo mejor no lo eran tanto.
Nunca has llevado bien lo de la fama, ¿no?
Soy el anti famoso. Sé que con el éxito va aparejada la fama pero nunca me ha gustado. Si me vienen fans no voy a poner problemas, ni mucho menos, porque educación no me falta y les estoy muy agradecido. Pero no me gusta ir grabándome vídeos por la calle, que la gente me mire… me gusta pasar desapercibido.
En el libro vemos otro de tus viejos fantasmas, el haber tenido que soportar que te llamen vendido, ¿eso está ya superado?
Totalmente. Solo me dolía al principio. Cuando tienes 16 años y quieres ser aceptado por la cultura hip hop y te llaman vendido y te dicen que no eres real, te afecta más porque eres un niño.
¿Real? Si siempre me he mostrado transparente, nunca he hecho nada por gustar a los demás, siempre he hablado de lo que conozco. Si no fuera real no hubiera hablado de videojuegos, de desamor, por lo que sabía que iba a ser criticado.
Si lo que pretendían era pararme, han conseguido todo lo contrario.
Si una persona se suicida es porque tendría problemas y ha tomado esa decisión pero no me culpes a mí.
Llegas a decir que aún te desean la muerte, quiero creer que eso es un poco exagerado, ¿no?
Me siguen llegando comentarios en ese aspecto. Tengo muchísimo apoyo y los comentarios destructivos de 2006 han desaparecido en gran parte. Aun así siguen llegando algunos comentarios incluso acusándome de cosas atroces. Si una persona se suicida es porque tendría problemas y ha tomado esa decisión pero no me culpes a mí.
El personaje que critica el trap y el reggaeton
Porta se define a sí mismo como un rapero anclado en los sonidos noventeros del género. Aunque ahora quiere abrir las puertas y experimentar nuevas cosas, ese es el terreno en el que se ha movido desde que apareció en escena.
El mismo momento en el que dejó claro que a él, otros géneros urbanos como el trap o el reggaeton no le llamaban.
Hablando de música, aseguras que sientes aversión por el trap y el reggaeton, ¿tú contra el mundo?
No me gustan las modas aunque es algo básico. Hay etiquetas que me van a perseguir toda la vida. Hoy en día el reggaeton me da igual porque toda la gente que me rodea lo escucha.
Es una etiqueta que yo me he puesto y que forma parte del personaje Porta. Imagínate que ahora me hago una colaboración con alguien del reggaeton (que no me la voy a hacer)… sería totalmente contradictorio con mis hechos hasta ahora.
No tengo pensado hacer ninguna colaboración con nadie de trap o reggaeton a menos que sea con amigos míos. Entonces la amistad prevalecería al género.
Imagínate que C. Tangana te ofrece una colaboración, ¿dirías que no?
C. Tangana, lo que hace, tiene su ritmo y la letra… sé que va a lo que va. Antes era Crema, era rapero y tenía muy buenas letras, era un buen MC. C. Tangana, a lo mejor, tiene otros registros. Antes le conocería, vería su nivel personal. Si la intención fuera hacer dinero y llegar a más gente, no lo haría. Intento que haya una conexión personal, nos tendrían que gustar nuestras músicas primero de todo.
Un tema como los que está haciendo, yo no me veo haciendo un tema puramente para vender o para que se escuche en las radios, necesito algo más. Pero no me cierro a colaborar siempre que encontremos un término medio entre la personalidad y la marca de ambos. Ahora mismo C. Tangana hace cosas a su rollo, pero es su rollo, no tiene nada que ver con el mío.
Pero por lo que tú has pasado, supongo que tú no te unirías a los que se refieren a él como un vendido, ¿no?
No, para nada. Las personas evolucionamos, cambiamos. No podemos tener la misma forma de pensar ahora, con 30, que cuando teníamos 13. Además, uno tiene que mirar por uno mismo, tenemos que comer. Si uno se cambia de género porque el rap no le da de comer, ¿qué hay de malo?
Yo cada vez tengo más inquietud por probar cosas nuevas.
De todas formas, tampoco entiendo muy bien esa aversión por el trap y el reggaeton que maman de unas raíces urbanas como el rap, tu género.
La aversión viene más que nada por el tipo de letras que yo he escuchado hasta ahora, más que por el género musical. Me gustan las letras elaboradas, con mucho contenido, y, en general, lo que yo he escuchado, a nivel personal, me parece una basura (no hay que generalizar y siempre hay excepciones).
En el rap también hay mucha basura y luego hay gente que hace cosas mejores. ¿Quién es quién para valorar qué es lo correcto y lo que no? Para gustos colores.
También dices que hoy es normal hacer letras de frikismos y de amor, ¿y cuando no si el amor es un tema universal?
A mí se me criticó por eso. En 2006 hacer una canción de amor en el rap estaba muy mal visto. ‘Eres un moñas’, ‘eso es pop’…se me dijo de todo. ‘El puto friki este’… ahora es super normal. El frikismo, el manga, es super normal pero cuando yo iba al colegio era en plan ‘¿cómo, con 18 años, te puede gustar esto que es de niños?’.
Se suponía que el rap era música protesta y que saliera un niño de 16 años que hablara de las cosas que le gustaban y conocía, chocó. Hoy he ayudado a que esa libertad de la que farda el rap, de verdad exista. He conseguido que este género de música que tanto amo sea un poco más libre.
El músico que juega
Porta expone la lista de pasiones que llenan su vida en este libro en el que se descubre desde dentro con todas las consecuencias. La música es una de ellas y en la que ha centrado su vida profesional, pero hay una por encima: los videojuegos.
De todas formas, antepones los videojuegos a la música, ¿por qué no luchaste por un trabajo en esa dirección?
Imagínate que tengo la música, que es mi pasión y mi trabajo, y me pasara lo mismo con los videojuegos… cuando llegara a casa, ¿qué haría? Estaría amargado porque sería llegar a casa y ponerme a trabajar. Había una de esas pasiones que tenía que quedar más libre. Con los videojuegos, además, no puedo ayudar a nadie, con mis letras, sí.
Hay cosas que no cambian. Desde que te conozco hemos hablado de Dragon Ball. ¿Qué tiene para hacerlo tan especial?
Fue el momento en el que lo viví, esa etapa de inocencia. Llegas a casa después del cole y eres feliz poniendo la tele porque lo que echan es Dragon Ball… Es un sentimiento nostálgico muy fuerte en mi carácter que va a estar ahí siempre, es la serie de mi vida.
Soy casi irracional con Dragon Ball, un fanboy defensor a capa y espada. Eso significa que el niño que hay en mí no ha desaparecido y eso me gusta.
Tras 10 años de carrera, ¿cómo se plantea uno los siguientes 10?
No lo sé, estoy en un momento muy cambiante. Me gustaría seguir con el rap. A nivel personal seguiré escribiendo rap toda la vida pero a nivel público, no lo sé.
Ya lo dije en algún vídeo, no sé hasta cuándo durará Porta porque estoy en un momento tan bueno de mi vida que no sé por cuánto tiempo más quiero hacer mis cosas públicas.
A principios de 2018 empiezo con mi nuevo disco que va a ser bastante distinto a los demás porque quiero evolucionar y creo que va a ser interesante tanto para los que me han seguido este tiempo como para gente nueva.
Me apetece hacer muchas cosas y de manera diferente. Estoy abierto a un montón de experiencias nuevas.
Para cuando desaparezca Porta, ¿tienes un plan B?
Sí, algo de mí habrá, no es que vaya a desaparecer. Donde acaba un recorrido, empieza otro. Ahí lo dejo.
Cristina Zavala
Periodista enamorada de todo el entretenimiento. Enganchada a la tele, los libros, los últimos lanzamientos...