La serie más hortera de la televisión la tiene Netflix y es terriblemente adictiva

Placeres culpables

En los 80, la cadena norteamericana ABC cosechó un notable éxito gracias a Dinastía. Ahora, 36 años más tarde, The CW y Netflix buscan la gloria echando mano de la icónica familia Carrington en una reformulada versión que está destinada a convertirse en uno de los placeres culpables de la temporada.

A grandes rasgos, Dinastía es un culebrón 'Made in USA' que carece de sentido común pero que, lejos de sentir cualquier tipo de vergüenza, explota todos sus complejos. ¿Y cómo llega a este punto? Básicamente uniendo a dos familias ególatras que están encantadas de conocerse y darse palos (literalmente).

Ojo, porque Dinastía no es una serie diseñada para paladares exquisitos. Es un producto deliciosamente imperfecto que suda testosterona y feromonas por los cuatro costados, llevando la locura a unos límites inesperados.

¿Que para quién es Dinastía entonces? Para aquellos que disfrutaron de la cara más hortera de Revenge, los que se pusieron a tono con los pibones de Gossip Girl y los que todavía echan en falta una telenovela a la altura de Gata salvaje o Pasión de gavilanes.

En definitiva, una serie que combina la vergüenza ajena con el ‘hype’ más placentero. Un producto apalancado en los 90 que ahora en la era Millennial es necesario calificarlo de 'Fantasía' con todo el significado que le puede dar la influencer Soy una pringada.

  • Sinopsis oficial de 'dINASTÍA'

Adriano Moreno

Periodista de LOS40 y escritor. Me gustaría vivir...