Así se van a comportar tus compañeros en la cena de Navidad

¡Qué bochorno!

A nadie le apetecen, pero existen... ¡Qué le vamos a hacer! Llega diciembre y todo el mundo habla de lo mismo: las cenas de Navidad.

Llegas un poco desanimado porque el restaurante que han elegido no te entusiasma y encima este año el jefe no invita, pero bueno dices: - ''Venga, que igual este año va bien''. Pero no porque resulta que llegas de los últimos y te toca sentarte al lado del director... Con eso no contabas.

Estás ahí tan tranquilo y cuando pasan un par de horas empieza la fiesta y te encuentras una serie de personajes que son dignos de documental de National Geographic.

En la esquina están los típicos que van y vienen. Con la excusa de salir a fumar no paran de hacer descansitos de cinco minutos para rajar del resto. No tienen perdón.

Luego está el que ha llegado tranquilo pero se ha bebido dos copitas de más y la acaba liando por todo lo alto.

También el que se va enseguida porque sabe que tiene mucho que perder. Que hay una gran probabilidad de que se caliente un poco y se le vaya la lengua así que te dice al oído: - ''Mira, para liarla, me voy a casa ya''. Y pum, bomba de humo,.

No te olvides del mítico que lleva sin salir desde la cena del año pasado y esta le parece una ocasión perfecta para volver a pegarse el fiestón. De repente va un poco más animado de la cuenta y acaba tirándole los trastos a él/la que pille. Lamentable.

Y el último, que igual eres tú, al que le toca aguantar todo esto, poner buena cara y meter en un taxi al más colago porque si no lo más probable es que no llegue a casa.

En fin... Que buena suerte. No sé tú, pero yo ya tengo excusa para la mía.