Especial
“Hoy en día no permitiríamos que nuestros hijos vieran Marco, un niño abandonado por su madre”
Charlamos sobre nostalgia
Yo fui a EGB se ha convertido ya en una marca que tiene la nostalgia como reclamo. Javier Ikaz y Jorge Díaz saben muy bien lo bien que funciona echar la vista atrás y recordar tiempos que nos traen recuerdos de tiempos que nos producen añoranza. De hecho, hace tres años tuvimos la oportunidad de hablar con ellos tras la publicación de una agenda que recogía algunos de esos momentos que nos hacen ponernos melancólicos.
“Es un homenaje a los diarios que escribíamos de pequeños”, señala Jorge, “no había twitter y nuestro twitter era ir apuntando en nuestra agenda, a nivel personal, todo lo que te iba pasando”.
Con aquel proyecto nos proponían el juego de ir apuntando los grandes momentos del año que estaba a punto de comenzar para almacenarlo como una fuente de recuerdos. Seguro que ahora podríamos encontrar muchas de esas agendas rellenas.
Recordar aquella charla nos ha traído muy buenas sensaciones, es lo que tiene cuando miras hacia el pasado y te quedas con lo bueno.
Lo vuestro es ya una marca, ¿era vuestro objetivo cuando empezasteis con todo esto?
Jorge: No. Cuando empezamos era algo lúdico, en Facebook. Todo fue surgiendo y viralizándose y nos han ido surgiendo mil proyectos que jamás pensábamos que iban a existir.
Javier: Si hay un secreto del éxito es precisamente no querer ser un éxito, no pensar que esto va a funcionar. Es como cuando salías de joven y decías ‘vamos a ligar este fin de semana’ y no ligabas. Y luego, el día más tonto, era cuando conocías a alguien.
El hecho de que Yo fui a EGB se haya convertido en algo tan grande, ¿ha hecho que abandonéis vuestras antiguas profesiones?
Jorge: Nos dedicamos a Yo fui a EGB 24 horas al día, 7 días a la semana. Lo duro de las redes sociales es que son muy esclavas y no puedes poner el letrerito de ‘está cerrado’ y me voy a casa.
Seguimos siendo dos para todo, desde las llamadas de teléfono, contestar mails, las redes sociales…
¿El hecho de profesionalizar vuestro hobbie no le ha restado encanto?
Javier: Éramos blogueros profesionales cuando nos conocimos e hicimos algo muy sencillo que era una página de Facebook, pero no era un hobbie. Mis hobbies son la música, el cine…esto era una cosa que cuando ya nos pusimos a ello lo tuvimos como un trabajo desde el principio. Pero tiene un elemento lúdico muy divertido.
Jorge: Es muy gratificante. Toda la gente que hemos conocido que admirábamos desde Loquillo, Alaska, Mayra Gómez Kemp, Ibáñez… gente que tenías como referente, que conoces y ahora te conocen a ti, es como ‘madre mía, me conocen y tienen mis libros’.
¿Y se os ha desmontado algún mito después de conocerles?
Jorge: Cuando les conoces como persona suelen ganar mucho más que como personajes.
Javier: Tenemos una ventaja y es que les hemos conocido de tú a tú. Hemos estado con Ibáñez, que estaba firmando Mortadelos, al lado, codo con codo. O hemos estado comiendo con Frederick Forsyth. O Loquillo le conocimos porque vino a presentar el libro con nosotros. A Alaska, porque hicimos un anuncio con ella.
Por cierto, vuestra oficina tiene que ser muy divertida…
Jorge: Compartimos nuestra oficina en un coworking y nuestras discusiones a las 9 de la mañana eran sobre Mazinger Z y La abeja Maya o Heidi o Marco. Los compañeros nos miran como diciendo ‘da gusto oíros’.
Una marca llena de proyectos
Primero fue un blog, luego Facebook y finalmente llegaron los libros. Pero lejos de quedarse ahí, Javier y Jorge siguieron alimentando su proyecto con nuevas ideas.
Televisión, concierto y muchas otras ideas que irán tomando forma en los próximos meses.
Los proyectos no paran. El 21 de diciembre volverá el concurso Yo fui a EGB a TNT en esta ocasión VIP, ¿funcionaría en una generalista?
Jorge: Totalmente. Este año lo hemos hecho con famosos: Sevilla, Vanesa Romero, Llum Barrera y Maxim Huerta y ha ganado un montón. Ves a famosos cantando, bailando el hulahop…super divertido. Estamos convencidos de que sería un éxito.
Javier: Faltan ideas en muchas cosas. Cuando se puso de moda que los famosos saltaran al agua había dos iguales. Se hace competencia a algo haciendo lo mismo.
También hay gira. El 23 de enero tenéis cita en el Wizink Center de Madrid, ¿qué puede esperar el que vaya?
Jorge: Teníamos claro que queríamos hacer una quedada, un macro concierto y teníamos muchas posibilidades de haberlo hecho más pequeño, en una sala para 2000 personas, con dos o tres grupos pero teníamos claro que conseguíamos el Wizink Center para 17.000 personas y un montón de grupos o no nos interesaba hacerlo.
Cuando habéis ido proponiendo el proyecto a los diferentes grupos que van a participar, ¿cuál era su primera reacción?
Javier: Están encantados y de hecho, hay grupos que se han quedado fuera que se han puesto en contacto con nosotros, ‘oye, ¿cómo no habéis contado con nosotros?’. Son grupos que su época dorada fue aquellos años y todos tienen una o dos canciones que han sido las preferidas de mucha gente.
Estamos hablando de Seguridad Social, Modestia Aparte, Vicky Larraz de Olé Olé, Los Rebeldes…
Jorge: …Ana Torroja, Sabrina, Boney M…
Va a ser una noche de emociones, ¿qué momento vais a disfrutar más?
Jorge: Van a ser todo hits. La gente desde que empiece va a estar cantando y bailando porque va a conocer todas las canciones. Sé que Boney M va a ser divertidísimo porque son hits muy festivos.
Javier: El momento Sabrina…
Jorge: …todos vivimos aquella noche, fue uno de los momentos que marcó la EGB. Ana Torroja cantando canciones de Mecano…
Javier: Luego cada cual tiene sus gustos pero a mí me hizo mucha ilusión contactar con Loquillo. Es un músico al que he seguido de siempre y poder tenerle para presentar el libro es un lujazo.
Impone…
Javier: Impone… pero luego no creas, luego estás con él y si eres de su banda… estuvimos toda la noche con él. Nos invitó a su casa en Barcelona y nos enseñó muchos objetos, es muy coleccionista, de la guerra civil, tiene millones de cosas de todo.
Jorge: Dijo que ya era hora de dejar de idolatrar la cultura americana y británica y que menos mal que estábamos reivindicar la cultura popular de nuestro país. Iconos que hemos tenido todos de pequeños y elevarlo a la categoría de arte. Yo fui a EGB es un poco eso, lo sacos de contexto y es un icono pop.
Cuestión de nostalgia
Yo fui a EGB apela a los recuerdos de los que vivieron su infancia y adolescencia entre 1970 y 1995 pero su público se ha ampliado a otras edades.
Los millennials también están interesados por una época en la que se vivía más despacio y disfrutando de cada cosa y cada momento con tiempo.
¿Por qué la nostalgia funciona tan bien?
Javier: La nostalgia nunca decepciona porque como ya ha pasado y se tiende a idealizar, nunca decepciona. El presente sí te puede decepcionar y el futuro es incierto… es como cuando has estado con unos amigos y al día siguiente dices ‘jo, cómo lo hemos pasado’ y realmente no fue para tanto.
Es una nostalgia muy manipuladora.
Entonces, sois de los que pensáis que cualquier tiempo pasado fue mejor.
Jorge: Lo que se anhela es ser niño. Lo que realmente te gusta no es esa época sino que eras niño. La felicidad de esa época.
¿Creéis que los chavales de la ESO tendrán algo parecido o que el exceso de opciones e información hace que se pierda esta idea de identidad generacional?
Jorge: Es más complicado. Dentro de 30 años podrán sacar sus propios iconos. Podrán hablar de Bob Esponja y seguramente todos lo habrán vivido. Pero es más complicado porque la sociedad es más heterogénea. Antes eran todos iguales.
Si te daban cualquier promoción con los yogures ese regalito lo teníamos todos, llegaba a todas las cosas. El Un, dos, tres lo veíamos todos e imitábamos esas frases.
Javier: Lo veíamos a la vez y en el mismo sitio. Si empezaba el Un, dos, tres y no lo veías, te lo perdías. Antes el concepto spoiler no existía porque todos veíamos todo a la vez. Nadie te podía contar el siguiente episodio de El coche fantástico porque nadie lo había visto.
Jorge: Las audiencias que tenían ahora son imposibles. Las de ahora son falsas. Hoy en día algo es TT en twitter y pensamos que todo el mundo está hablando de ello y es falso, es la gente que en ese momento está en twitter pero tú sales a pie de calle y preguntas y la gente no tiene ni idea.
¿Qué es lo que más echáis de menos de esa época?
Javier: Ver las cosas con mirada del niño. Antes te ibas al cine y era una experiencia. Hoy a mi hija la llevo constantemente a cosas. Lo vives todo diferente, todo era mucho más grande. Ahora estamos de vuelta y no nos sorprenden las cosas tanto.
Jorge: Yo eso es lo que echo de menos. Antes las cosas requerían un esfuerzo, tenías que esperar por ellas y cuando las conseguías era más disfrutable y las cosas duraban más. Si querías un disco tenías que estar ahorrando dinero, no era fácil y cuando lo abrías podías estar escuchándolo un año.
Javier: Ahora le das a un clic y tienen todos los discos de ese artista.
Jorge: Es maravilloso pero te crea un estrés que no disfrutas las cosas, todo es muy perecedero.
Las series de dibujos animados han cambiado mucho, ¿creéis que para mejor?
Javier: Visualmente sí.
Jorge: Antes eran muy dramáticos. Veíamos a Marco que era un niño al que le había abandonado su madre. Hoy en día no permitiríamos que nuestros hijos vieran esos dibujos. Lo veíamos lo más normal. Nos hizo callo para ver lo dura que es la vida, se moría todo el mundo.
¿Alguno de vuestros hijos no os ha llamado ‘abuelo cebolleta’ con tantos recuerdos del pasado?
Jorge: Yo no soy el padre pesado que les pone a sus hijos todo lo de aquella época, pero lo buscan ellos. Mi hijo se ha leído los libros y le encantan y busca cosas de aquella época y, a día de hoy, dice que se ha equivocado de época, que tenía que haber nacido en la EGB que mola mucho más. Cosa que no entiendo.
Los millennial, ¿qué os dicen de tanto pasado?
Javier: En Gijón nos vino un chico que se llamaba Brandon, imagínate por qué, a sus padres les gustaba Sensación de vivir y le llamaron así. Y el chico nos decía, ‘me encanta todo eso y me gusta todo lo analógico, los casetes, los trabajos de clase los hago a máquina de escribir…’. Al final te fascina lo que no has tenido y no has vivido.
Jorge: No entienden que no tuviéramos internet, que no tuviéramos móviles… Ahora es todo más efímero y se vive más rápido todo.
El mundo de las series ha evolucionado mucho, de aquella época ¿cuál es vuestra favorita?
Javier: Twin Peaks y Dr en Alaska. Si es más de niños, más El equipo A.
Jorge: Mazinger Z, creo que fueron unos dibujos que nos marcaron. Después de Heidi, La abeja Maya vino Mazinger Z y fue un antes y un después.
¿Cuál era vuestro juguete favorito?
Javier: A mí me encantaba el tragabolas que sigue existiendo que podías hacer el bruto dando golpes. Nunca he tenido muchos juegos en casa.
Jorge: A mí el Exin Castillos que era como un tente y me fascinaba. A día de hoy me gustaría tener uno y hay muy poquitos y valen una pasta. De todas formas en esa época éramos más de estar en la calle, con la bici o el balón.
Hay frases que marcan generaciones y vosotros recogéis algunas en stickers en esta agenda, ¿seguís utilizando alguna?
Jorge: Por desgracia sí.
Javier: Utilizábamos las que odiábamos de nuestros mayores y ahora se las decimos a nuestros hijos. Es el no va más de lo lamentable. Lo de ‘¿qué te crees que soy el Banco de España?’ o de ‘ni Tablet ni tablo’, ‘no una sino dos te voy a comprar’…esas cosas que eran odiosas y como las tienen tan interiorizadas, ahora me veo diciendo las cosas que decía mi madre.
Yo no sé si este apego al pasado os ha convertido en buscadores de tesoros. ¿Es fácil encontrar cosas de aquella época?
Javier: Mucha gente piensa que todo lo que sale en los libros es nuestro pero qué va. Nuestras cosas son de esta época, pequeñitas. Muchas cosas son aportes de los lectores.
Hemos conseguido, por ejemplo, envases de yogures porque una persona las coleccionaba, tiene cientos. El de yoplait… o chicles cerrados, ¿en qué momento un niño no se come un chicle y lo guarda? El palo del micro premio…
Jorge: Un chico que se muere su tío lejano, hereda el piso y cuando van a limpiarlo descubren que había guardado una caja de cada caramelo que se había hecho en la fábrica en la que trabajaba. Es un museo de chucherías que nadie tiene.
Javier: Antes no había archivos fotográficos. El frigurón, el helado que era como un tiburón. Preguntamos a Frigo y no había foto de eso. La gente se acordaba pero no había fotos hasta que una chica nos pasó una foto suya de pequeña en su Comunión comiendo ese helado. Es la única foto que hay del frigurón porque en Frigo no hay ninguna.
El momento en el que Hermida anunció la llegada a la luna, no existe. Queda un clip pero el programa está borrado.
Jorge: Aparecen cosas muy curiosas. Por ejemplo, en Bilbao cuando se hizo el nuevo estadio de San Mamés al tirar una pared apareció una segunda pared con todos los carteles de aquella época. Carteles con Enrique y Ana, Torrebruno, Los payasos de la tele… veías los carteles de hace 30 años que estaban intactos. A eso lo llamamos arqueología EGB.
Cristina Zavala
Periodista enamorada de todo el entretenimiento. Enganchada a la tele, los libros, los últimos lanzamientos...