Fé de etarras: Lo que sí y lo que no nos ha gustado

Los últimos tiempos de ETA bajo la visión de Borja Cobeaga

El 8 de abril de 2017 la banda terrorista ETA anunciaba su desarme unilateral y sin condiciones después de unos cuantos años de agonía tras casi 60 años en activo.

Un poco antes Borja Cobeaga y Diego San José, a los que conoces sin saberlo pues fueron los artífices del guion de Ocho Apellidos Vascos, preparaban Fé de Etarras una comedia de humor negro que contaba, desde dentro, el desastre de los últimos meses de la banda.

Ahora la película llega a los cines para proyectarse en pantalla grande pero este original de Netflix, que arrancó con una denuncia incluida debido a su campaña publicitaria y a lo fina que tienen la piel algunos, ya se pudo ver en la plataforma de vídeo bajo demanda hace un par de meses.

Javier Cámara, Miren Ibarguren, Julián López y Gorka Otxoa son los actores que forman al comando protagonista de ETA y sobre los que recae tanto lo bueno como lo malo de una cinta que, al menos, consigue tocar un tema que parecía prohibido en España. Te contamos lo que sí y lo que no nos ha gustado de Fé de Etarras.

Lo que sí:

La película hace humor con absolutamente todo y está llena de diálogos que se pueden convertir automáticamente en frases de uso cotidiano.

El personaje de Julián López proporciona esos momentos de vergüenza ajena tan placenteros que solo encontramos en la alta comedia.

El timing perfecto que hace que la final del Mundial de Sudáfrica (2010) y sus banderas españolas en los balcones, que se ven durante toda la película, parezcan recién sacados de los últimos meses en cualquier ciudad patria.

Lo que no:

Algunos de los actores parecen más perdidos que la propia banda terrorista en el año que la película refleja.

La premisa de la película es buena pero resulta reiterativa y se hace pesada durando menos de 90 minutos.