Especial
Primer lío de Eurovisión 2018
El escenario en Lisboa se queda pequeño
El Festival de Eurovision 2018 que se celebrará en Lisboa ya tiene su primera polémica y eso que aún falta casi medio año para su celebración.
Esta mañana se ponían a la venta las entradas para asistir a las semifinales y final (8, 10 y 12 de mayo) de la cita eurovisiva y las expectativas de asistentes se han visto desbordadas.
El hashtag #Eurovision ha entrado como un rayo dentro del trending topic de Twitter en España dada la cercanía de los eurofans españoles con el festival en Portugal.
Con las casi 80.000 personas que simultáneamente han intentado comprar una entrada desde España se podría llenar cuatro veces el Altice Arena de Lisboa.
A medida que ha ido avanzando la mañana la ilusión por conseguir una de las localidades se ha ido convirtiendo en sorpresa, luego en frustración y finalmente en cabreo con (casi) todo lo que tenga que ver con el festival, incluyendo su curioso lema, All Aboard (todos a bordo), que esta mañana no ha terminado de cumplirse del todo.
Y como era de esperar, la reventa ya ha empezado a funcionar y se están registrando precios de auténtica locura que llegan a superar los 30.000€.
Experiencia personal
Alejandro Gómez, redactor de LOS40.com, ha vivido la interminable cola virtual que ha supuesto la venta de entradas.
"He entrado en la web diez minutos antes del comienzo de ventas de entradas. Me han asignado, con muchísima suerte, el número 3188. Tras casi 6 horas de espera, he podido comprar cuatro entradas para el último ensayo, el del sábado a la mañana. Las entradas para la gran final estaban agotadísimas".
Su testimonio pone de manifiesto el negocio de la reventa, la lentitud de compra y las pocas posibilidades de vivir la final presencialmente que hay.
Juan Ignacio Herrero
Redactor de LOS40 desde 2005