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10 cosas que solo entenderás si eres Generación Tuenti
De "Foto Tuenti" a tener 500 amigos o más
Me apiado de todos aquellos adolescentes de hoy día que no conocieron la magia de Tuenti. No saben lo que es conectarse al ordenador en hora punta, a escondidas de tus padres, para poder hablar con tus amigos (posiblemente los mismos con los que habían pasado todo el instituto).
Porque cuando llegaron los smartphones y todo el mundo empezó a tener WhatsApp, los adolescentes emigraron a otras redes sociales o quizá simplemente crecieron. Quién sabe.
Todos aquellos adolescentes que nacimos en la década de los noventa, no somos generación milenial ni Z. No señores. Nosotros somos generación Tuenti.
En LOS40 recopilamos diez cosas que hacíamos los usuarios de Tuenti, mucho antes de que Instagram llegase a nuestras vidas. Seguro que te identificas con más de una.
Que un amigo o amiga te etiquete en su foto frente al espejo
¿A quién no le han etiquetado en una foto de un amigo frente al espejo? Bajo el titular de “Si me muero mañana, ¿qué me dirías hoy?”, comentar este tipo de fotos se convertía en todo un compromiso. Desetiquetarse estaba peor visto que sacarse un moco en público y te podía valer la invitación al siguiente botelleo. Así que como buen amigo ponías un “wapah” o “Lo parte$” y te quedabas tan ancho.
El grito de "¡Foto Tuenti!"
La foto Instagram no tiene nada que ver con la foto Tuenti. Para nada. Mientras que en la primera solemos salir solos aparentando ser influencer; la segunda, era un llamamiento a todos tus amigos para que se acercasen y echar una foto de grupo que poco tenía que envidiar a la de Los Serrano.
Los cuestionarios de personalidad en el tablón (con nominación incluida)
Ay, quién no recuerda aquellos test con preguntas tan interesantes como “¿cuál es el color que te define?”, “¿la última película que has visto?” o “coge el primer libro que veas, abre la página y escribe la primera frase”. Por supuesto, al final tenías que nominar a alguien y avisarle por comentario (público) de que tenía que hacer el test. También había preguntas del tipo “¿Te gusta alguien?” o “¿Te has enamorado alguna vez de un amigo?” vamos, que el salseo estaba servido.
Llegar al selecto club de personas que tenían 500 amigos o más en la red social
Mucho antes de que los influencers llegasen a nuestras vidas, ya todos aspirábamos a contar con un montonazo de seguidores en Tuenti (también llamados amigos). Ser un chico o chica “500 o +” te convertía en el más popular del instituto. Aunque luego solo te hablases con cuatro personas y tres de ellas fuesen profesores.
Felicitar a tus amigos con parrafadas
Para saber el grado de amistad que tenías con una persona bastaba con esperar cómo te felicitaba en Tuenti el día de tu cumpleaños. ¿Lo hacía con un comentario largo en tu tablón? Era buen amigo. ¿Qué solo te dedicaba dos frases? Era un conocido. ¿Te dedicaba un tablón en su propio perfil collages del Retrica? Era tu mejor amigo o amiga del mundo mundial.
Que no hubiese filtro a la hora de subir fotos de fiesta (y no se destruían a las 24 horas)
No nos referimos al filtro Valencia de Instagram, sino a la falta de selección de fotos que teníamos a la hora de subir fotos a la red. Daba igual que tuvieses la peor cara del mundo. Una vez que tus amigos volcaban todas las fotos del fin de semana en el ordenador (recordad que desde el móvil no se podía subir nada en aquella época), iban directamente al tablón de Tuenti. Así, a pelo.
La felicidad que te invadía un domingo después de salir de fiesta al ver todas las notificaciones en verde
La felicidad en aquella época era abrir tu sesión de Tuenti y ver una columna de notificaciones en verde: peticiones de amistad, mil etiquetas en fotos, cientos de comentarios y algún que otro privado (a poder ser de la persona que te gustaba en ese momento).
Photoscape como modo de vida
Si había una herramienta para retocar fotos que utilizábamos la generación Tuenti era, sin lugar a dudas, Photoscape. Y nada, a poner brillo en las fotos.
El salseo de los privados
Los comentarios era una cosa y los privados era otra. Las conversaciones serias e importantes se tenían en privado, como en la vida real. Mucho antes de que pusiesen chat en Tuenti, los privados era donde realmente estaba el salseo.
Competir con tus amigos por tener más visitas (aunque solo las vieses tú)
Los comentarios, las fotos y los tablones al final tenían una sola finalidad: tener muchas visitas. A pesar de que solo veíamos nosotros este dato, tener más visitas en el perfil que nuestros amigos se convertía en una competición silenciosa. A estas alturas no lo puedes negar
Extra: Escribir una indirecta muy directa a tu crush
La generación anterior había tenido los nicks del messenger, y la generación Tuenti: los estados. No había nada como mandar una indirecta a tu crush a través de la frase que te dejaba escribir la red social en tu perfil. La táctica más utilizada era usar la letra de una canción que significase algo para que aquella persona te escribiese y te preguntase sobre ella. De ese modo, siempre podías contestas: "Es solo una canción". Ay, pillín, que te han pillado...
Alberto Palao
Periodista musical. Me gusta comer burritos y escuchar canciones cortavenas. Encuentro todo tipo de...