Especial
La moda del ‘agua cruda’, una peligrosa tendencia
Expertos de todo el mundo advierten contra ella
La moda salida de Silicon Valley es tan estúpida como peligrosa. Pero tiene adeptos. Empresas como Live Water y Tourmaline Spring comercializaron lo que llaman "agua cruda" (raw water, en inglés), que es agua de manantiales pero sin tratar ni esterilizar.
En otras palabras, ese líquido no ha sido tratado para evitar la propagación de bacterias y de otros contaminantes, por lo que la moda es potencialmente muy peligrosa.
El movimiento, como informaba el New York Times, surgió en la costa oeste de Estados Unidos y ganó adeptos. A la vez, las empresas 'pioneras' ganaron mucho dinero, dado que llegaron a vender el litro de agua sin tratar por más de tres euros.
Científicos de todo el mundo advirtieron de los peligros de esa moda, puesto que los consumidores podrían contraer múltiples enfermedades.
Los datos son contundentes: según la OMS, todos los años mueren 500.000 personas por contraer diarreas fatales debidas a la insalubridad del agua. Además, el agua no potable puede transmitir enfermedades como el cólera, la disentería, el tifus o la polio.
El último en cargar contra este movimiento fue el astronauta español Pedro Duque, quien en Twitter escribió: "Vale que el fanatismo religioso te haga creer hasta en lo de la 'Tierra Plana", ya crecerás (o algunos no), pero esto de beber agua sin tratar por esnobismo es ya ser MUTONTO!!"
Sin embargo, Mukhande Singh, fundador de Live Water, va en contra del consenso científico y argumenta que el agua pública está envenenada. Y hace referencia al cloro y al fluoruro que se agrega y las tuberías de plomo que atraviesa.
El Dr. Donald Hensrud aseguró al New York Times que ese argumento no se sostiene, dado que el tratamiento del agua es una medida de seguridad básica. Y, sin él, hay riesgos muy importantes para la salud.
El bioquímico y divulgador José Miguel Mulet también aseguró a El País que ese "tipo de comentarios son absurdos si tenemos en cuenta que la falta de agua potable causa más muertes que la guerra".
En resumen: una moda cara, absurda y peligrosa.